Lo que inicialmente se pensó que era una supernova es en realidad una llamarada periódica de una galaxia donde un agujero negro supermasivo emite ráfagas de energía cada 114 días mientras arranca trozos de una órbita.
Hace seis años en The Astronomer’s Telegram se informó sobre el descubrimiento de una supernova, pero ahora los investigadores pueden decir que el fenómeno que observaron, llamado ASASSN-14ko, es un fenómeno periódico de una llamarada recurrente desde el centro de una galaxia a más de 570 millones de años luz de distancia en la constelación meridional de Pictor.
Los hallazgos, basados en 20 casos de arrebatos regulares, serán publicados en Astrophysical Journal y presentados en la reunión anual de la American Astronomical Society.
¿Por qué se dan estas ráfagas?
ASASSN-14ko fue detectado por primera vez por All-Sky Automated Survey for Supernovae (ASAS-SN), una red global de 20 telescopios robóticos con sede en la Universidad Estatal de Ohio (OSU) en Columbus.
Los investigadores dirigidos por Anna Payne de la Universidad de Hawái examinó todos los datos de ASAS-SN sobre el fenómeno y notó una serie de 17 llamaradas espaciadas regularmente.
Con base en este descubrimiento, los astrónomos predijeron que la galaxia experimentaría otra explosión ocurrida el 17 de mayo del año pasado y coordinaron instalaciones terrestres y espaciales para realizar observaciones. Desde entonces, han predicho y presenciado con éxito erupciones el 7 de septiembre y el 26 de diciembre.
El equipo de investigadores señaló que los brotes repetidos pueden ser ocasionadospor un evento de interrupción parcial de las mareas.
Los eventos de interrupción de las mareas, o TDE, ocurren cuando una estrella se acerca demasiado a un agujero negro supermasivo, que lo hace trizas. Parte de su material se lanza al espacio y el resto cae de nuevo al agujero negro, formando un disco de gas brillante y caliente a medida que se consume.
En este caso, en lugar de que una estrella sea borrada por la interacción con el agujero negro, se eliminaría lentamente durante cada órbita. Las llamaradas ocurren cuando el material perdido, igual a tres veces la masa de Júpiter en cada paso, cae hacia el agujero negro.
Los astrónomos no están seguros de cuánto tiempo persistirán las erupciones. La estrella no puede perder masa para siempre, y aunque los científicos pueden estimar la cantidad de masa que pierde durante cada órbita, no saben cuánta tenía originalmente.
Galaxias activas
Las galaxias activas, como la anfitriona de ASASSN-14ko, tienen centros inusualmente brillantes y variables. Estos objetos producen mucha más energía que la contribución combinada de todas sus estrellas.
Los astrofísicos creen que esto se debe a las fuerzas gravitacionales y de fricción que calientan un disco giratorio de gas y polvo que se acumula alrededor del agujero negro supermasivo central.
El agujero negro consume lentamente el material, lo que crea cambios aleatorios de bajo nivel en la luz emitida por el disco. Este es el primer ejemplo inequívoco de este comportamiento mecánico en una galaxia activa.
Los destellos que se repiten periódicamente, como los de ASASSN-14ko, podrían ser evidencia de fenómenos cósmicos esquivos a la observación que han sido previamente predichos por los teóricos.