Un equipo de investigadores anunciaron el descubrimiento de 20 nuevas especies y el avistamiento de varias más que no habían sido observadas durante décadas en Bolivia.
¿Qué especies fueron encontradas durante la expedición?
Durante una expedición que se realizó en el Valle de Zongo, de las más de mil 200 especies que se registraron en el viaje, 770 eran nuevas en dicha área. Esto incluye 20 especies previamente desconocidas para los investigadores y otras más que no habían sido vistas por años y se creían extintas, como la Oreobates zongoensis, que solo se había observado una vez.
- Víbora fer-de-lance de montaña
- Serpiente bandera boliviana
- Rana liliputiense
- Mariposa Metalmark
- Rana de “ojos de diablo”
- Euptychoides fida
- Pseudeuptychia
- Abeja orquídea
- Rhinella leptocelis
- Oruga de la mariposa Morpho
- Escarabajo hongo Morpho
- Dipsas
Flora
De las 746 especies de plantas identificadas durante la expedición, ocho son nuevas en Bolivia, incluida la floreciente Pearcea hispidissima, y al menos 13 son nuevas para la ciencia, lo que subraya el alto valor de conservación del área.
- Alzatea verticillata
- Taza de orquídea
- Orquídea boca de víbora
- Merostachys
- Sciodaphyllum
- Weinmannia
Además, la expedición identificó dos especies de plantas de las cuales no se tenía registro en más de 100 años: Stromanthe angustifolia, una planta del sotobosque con hojas plegables que se asemejan a manos en oración.
Dicho descubrimiento fue realizado por el Programa de Evaluación Rápida más reciente de Conservation International, el cual llevó a 17 científicos a Chawi Grande, un área de la comunidad de Hualylipaya en el Valle de Zongo cerca de La Paz, Bolivia, con la intención de ayudar a la gente a crear un área de conservación municipal en el valle.
La importancia del Valle de Zongo
Conocido como el “corazón” de Bolivia, el valle de Zongo está cubierto por bosques nubosos brumosos, cascadas y picos que se elevan a unos 10 mil pies sobre el nivel del mar. Las nubes que surgen de la selva amazónica chocan con las montañas de los Andes y liberan lluvia en los bosques del Zongo, que brindan un refugio para ranas, serpientes, mariposas y plantas que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.
Este ecosistema, en gran parte intacto, ofrece una amplia gama de beneficios: almacena carbono de la atmósfera, protege la erosión del suelo y proporciona agua dulce a las personas que viven cerca de La Paz, una de las ciudades más grandes de Bolivia.