Investigadores de la Universidad Estatal de Oregón descubrieron después de 15 años de estudio, que los delfines pueden trabajar de la mano con los pescadores en Brasil logrando capturar cada uno más peces.
“Usando drones e imágenes submarinas, pudimos observar el comportamiento de los pescadores y los delfines con un detalle sin precedentes y descubrimos que capturan más peces trabajando en sincronía con los pescadores”, dijo Mauricio Cantor del Instituto de Mamíferos Marinos de la Universidad Estatal de Oregón y quien dirigió el estudio.
De acuerdo con los expertos, localmente era sabido que pescadores y delfines mantenían esta relación de trabajo, de hecho se considera una tradición cultural en la ciudad de Laguna en la costa sur de Brasil, donde ocurrió durante más de 140 años y se ha transmitido de generación en generación de pescadores y delfines.
Sin embargo, no se sabía que si los delfines estaban coordinando activamente su comportamiento con los pescadores, ya que la relación cooperativa de pesca no es un rasgo genético de los animales, pero sí es específica de esta población de delfines nariz de botella de Lahille.
Para comprender mejor esta tradición cultural y medir sus consecuencias a corto y largo plazo tanto para los pescadores como para los delfines, los investigadores combinaron drones, hidrófonos y cámaras subacuáticas para capturar la mecánica de la asociación, realizaron encuestas demográficas a largo plazo para delfines y entrevistaron y observaron los pescadores.
Descubrieron que la sincronización de alimentación entre delfines y pescadores aumenta sustancialmente la probabilidad de capturar peces y la cantidad de peces capturados.
Estos datos se respaldan, según los expertos, con la tasa de supervivencia de los delfines, la cual es 13% mayor en los delfines que participan en la pesca cooperativa en esta área, así como por el bienestar socioeconómico de los pescadores.
También encontraron que la comprensión de los pescadores sobre la tradición pesquera coincidía con la evidencia producida a través de herramientas y métodos científicos.
No obstante, los modelos predictivos ejecutados como parte del estudio muestran que el futuro de la práctica podría verse amenazado si las poblaciones de salmonetes, el tipo de pez que tanto los delfines como las personas buscan, continúan disminuyendo, o si las futuras generaciones de pescadores pierden interés en aprender el arte de pescar usando esta singular práctica de pesca.
“Es poco probable que la práctica continúe si los delfines o los pescadores ya no se benefician de ella”, dijo Farine.
Esto es importante, debido a que, según los investigadores, la mayoría de las interacciones interespecíficas, incluidas las que se dan entre humanos y otros animales, son más competitivas que mutuamente beneficiosas.
“Este caso hace que este sistema tenga un interés científico sustancial, ya que puede ayudarnos a comprender en qué condiciones puede evolucionar la cooperación y, de importancia creciente en nuestro mundo que cambia rápidamente, en qué condiciones podría extinguirse o pasar de cooperativa a una interacción competitiva”, dijo Damien Farine de la Universidad de Zúrich y la Universidad Nacional de Australia.