Autoridades de Estados Unidos alertaron del uso que los delincuentes están haciendo de los AirTags para monitorear los coches en los que ocultan este dispositivo de seguimiento y eventualmente robarlos, y que se han detectado tras viajar a Canadá.
La Policía de Burlington,perteneciente al estado de Vermont, que limita al norte con Canadá, ha detectado un pico en las denuncias de personas que viajaron con su coche al país vecino y a su vuelta detectaron que un AirTags desconocido los estaba siguiendo, según informan medios locales como WCAX y NBC5.
Una alerta de su iPhone advirtió a estas personas de la existencia del dispositivo intruso, que posteriormente pudieron corroborar con la aplicación de Apple Buscar. Con ella, también pudieron activar un sonido en el AirTag para ayudar a localizar su ubicación.
AirTags es el nombre que recibe el dispositivo de localización de objetos de Apple, diseñado para ayudar a los usuarios a encontrar elementos de uso cotidiano, como las llaves o la cartera, con ayuda de una aplicación móvil en caso de pérdida.
Tienen tamaño pequeño, poco más grande que una moneda, y se pueden conseguir por 599 pesos en la tienda de Apple.
El ciberanalista del Centro de Inteligencia de Vermont, Ryan McLiverty, explicó a WCAX que los delincuentes llevan tiempo usando estos dispositivos de rastreo, pero que recientemente ha aumentado.
Según han identificado, los colocan en lugares accesibles pero que permiten mantenerlos ocultos, como los limpiaparabrisas, en el interior de un vehículo si este estaba abierto o en la rejilla delantera. De esta forma, pueden rastrear los coches para posteriormente robarlos y venderlos.
La aparición de los dispositivo de localización bluetooth como los AirTags o los SmartTags de Samsung, aunque promocionados para un uso beneficioso para el usuario, también se han detectado usos malintencionados, con los que se rastrea la ubicación o la actividad de una persona, generalmente sin su conocimiento ni su consentimiento.
Google y Apple se han comprometido en el desarrollo de un conjunto de buenas prácticas y protocolos que puedan implementar los fabricantes de estos dispositivos para que tanto Android como iOS ofrecen alertas en caso de que se detecte una monitorización no autorizada con ellos.
Hasta el momento no hay información del uso de estos dispositivos de rastreo por parte de delincuentes en México.