El próximo año bisiesto será en 2024; es decir, en ese año, el mes de febrero tendrá 29 días, no 28, como en 2023 y la mayoría de los años, pero ¿por qué se agrega un día al calendario cada cuatro años? Te lo explicamos.
¿Qué es un año bisiesto?
El 29 de febrero se añade al calendario cada cuatro años para corregir el desfase que existe entre la duración del año trópico (que dura 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45.10 segundos, o bien, 365.242 días) y el año calendario (que dura 365 días).
¿Por qué se forman los años bisiestos?
Ese desfase en el tiempo, que sucede cada cuatro años, requiere de un ajuste, es así como nacen (o se forman) los años bisiestos desde la época de los romanos. En otras palabras, este ajuste en el tiempo sirve para evitar la acumulación no contabilizada de aproximadamente 1/4 de día por año, equivalente a un día extra, producido por la rotación de la Tierra en torno al Sol.
¿Cómo se mide el tiempo en el calendario?
Para entender un poco más sobre el tema, cabe recordar que, para los seres humanos, igual que para cualquier otro animal, el tiempo se mide a través de los cambios observables en la naturaleza: la salida y la puesta de Sol y el paso de las estaciones (primera, verano, otoño e invierno).
La sociedad romana fue la primera en usar los años bisiestos para ajustar el tiempo, que se mide tomando como referencia la rotación de la Tierra alrededor del Sol, fenómeno que determina la entrada de las diferentes estaciones del año.
El último año bisiesto tuvo lugar en 2020, el año del inicio de la pandemia de Covid-19. Esto sitúa el 2024 como el siguiente año bisiesto.