Ingenieros aeroespaciales del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) están probando un nuevo concepto para un rover flotante que levita aprovechando la carga natural de la luna, cuya apariencia es un “platillo volador”.
Este “platillo volador” sería capaz de alimentarse del campo eléctrico que se acumula en la superficie lunar a través de la exposición directa al Sol y al plasma circundante, debido a que carece de atmósfera.
En la Luna, esta carga superficial es lo suficientemente fuerte como para hacer levitar el polvo a más de un metro del suelo, de manera muy similar a como la electricidad estática puede hacer que el cabello de una persona se erice.
Es por ello que ingenieros de la NASA y otros lugares han propuesto aprovechar esta carga natural de la superficie lunar para hacer levitar este rover hecho con alas de Mylar, un material que naturalmente tiene la misma carga que las superficies de los cuerpos sin aire.
El concepto de este rover ligero, que se asemeja a un platillo volante en forma de disco de estilo retro, utiliza pequeños rayos de iones para cargar el vehículo y aumentar la carga natural de la superficie.
“Con un rover levitando, no tiene que preocuparse por ruedas o piezas móviles”, dice el ingeniero aeroespacial Paulo Lozano, del MIT.
Su capacidad de levitar le da una ventaja, ya que, según Lozano, aunque “el terreno de un asteroide puede ser totalmente irregular, siempre que se tenga un mecanismo controlado para mantener al rover flotando, éste podría atravesar un terreno inexplorado y muy accidentado, sin tener que esquivar el asteroide físicamente”.
Este tipo de rover también podría explorar grandes asteroides como el Psyche, lo que brinda a los expertos una forma de examinar estos cuerpos rocosos de cerca con un vehículo que no se inmuta por superficies irregulares y que puede extraer parte de su energía de campos eléctricos naturales.
El “platillo volador” supera las pruebas
De acuerdo con sus desarrolladores, un estudio de viabilidad inicial, los investigadores muestran que tal impulso de iones debería ser lo suficientemente fuerte como para levitar un vehículo pequeño de casi un kilogramo de peso en la Luna y grandes asteroides como Psyche.
Los modelos matemáticos confirmaron que la idea de usar propulsores de iones, llamados fuentes de iones iónico-líquido, cuyo combustible real es sal fundida que cuando se golpea con una carga eléctrica sale disparada como un rayo, podría funcionar y proporcionaría el empuje suficiente para que el rover deslizante despegara del suelo.
En un experimento de laboratorio que utilizó fuentes de iones iónico-líquido para crear una fuerza electrostática, el equipo pudo hacer levitar un vehículo pequeño del tamaño de la palma de la mano que pesaba alrededor de 60 gramos.
Sin embargo, la cantidad de fuerza requerida dependería del tamaño del cuerpo planetario.
Al respecto, el científico del MIT señaló que “este tipo de diseño iónico utiliza muy poca energía para generar mucho voltaje. La energía necesaria es tan pequeña que podría hacer esto casi gratis”.
Y es que según el experto, cuando se empaca para un viaje a la Luna (o a cualquier otro lugar del espacio), es importante empacar lo más liviano posible, pues las cargas más pesadas necesitan más combustible y su lanzamiento cuesta más dinero.
En este sentido, el rover en forma de “platillo volador” propuesto, obtendría gran parte de su energía de forma natural.
No obstante, aunque las pruebas demostraron que la levitación es posible para llevar el rover a una altura respetable, los investigadores aseguran que es necesario llevar a cabo más modelos para verificar los datos de esta investigación publicada en el Journal of Spacecraft and Rockets.