El casquete polar en la Antártida alcanzó su mínimo histórico en febrero por segundo año consecutivo, como viene sucediendo desde hace una década, informó el pasado martes 7 de marzo el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), confirmando lo que las autoridades estadounidenses ya adelantaban, aunque los números recientes son más graves.
¿Cuál es el mínimo histórico del deshielo en la Antártida?
El casquete de hielo marino antártico, en febrero de 2023, se redujo “en un 34% por debajo de la media”, con lo que ha batido el récord a la baja, documentado hasta ahora en el segundo mes de 2017, según los datos de Copernicus.
El área helada del océano que rodea el continente antártico tenía una superficie de 2.09 millones de kilómetros cuadrados el pasado 16 de febrero, el nivel más bajo desde que empezó a ser medida en 1978, informó el observatorio europeo del clima a la agencia AFP.
Otro indicador importante, la “extensión de hielo diaria” en la Antártida, “también llegó a un mínimo histórico, superando el récord previo de febrero de 2022”, informó el servicio de monitoreo Copernicus.
¿Este fenómeno es más grave de lo que se pensaba?
El Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC, por sus siglas en inglés) estadounidense ya había alertado el mes pasado de esta reducción de la masa helada, pero dio una superficie de 1.79 millones de kilómetros cuadrados, considerablemente menor a los 2.09 millones medidos por Copernicus.
- El servicio europeo atribuyó esta divergencia de datos a “diferentes algoritmos” de medición de la zona.
La extensión de hielo sobre el océano en el Polo Sur se achica y se repone cíclicamente cada año, con las variaciones de cada estación, pero la reducción detectada por los servicios de vigilancia europeos y estadounidense se ha intensificado.
¿Qué significa el nivel de deshielo registrado por Copernicus?
El deshielo de la Antártida no supone un incremento del nivel del mar, porque es agua salada que simplemente estaba helada. Pero al descongelarse, esa barrera deja al descubierto la gran masa continental helada, que sufre en consecuencia los embates del océano.
Ese hielo es de agua dulce, y si llegara a descongelarse, sí podría producir una catástrofe, según los especialistas. Es el octavo año consecutivo que se produce este fenómeno de acentuación del deshielo, más allá de la media histórica registrada por Copernicus.