Las cenizas de al menos mil 500 personas mezcladas con hormigón forman parte de las columnas de un arrecife artificial que actualmente sirve de refugio para la fauna acuática de una zona cercana al este de la costa de Miami, Florida.
Se trata del Neptune Memorial Reef, el cual comenzó a construirse en 2007 con la sola intención de ser un hábitat para especies marinas, sin embargo, la falta de recursos llevó a sus creadores a buscar financiación por lo que ofrecieron a la gente la posibilidad de descansar por siempre en el fondo del mar.
El arrecife artificial y mausoleo se encuentra a 12 metros de profundidad y su costo para poder “ser parte de él” va de los 155 mil 426 pesos a los 583 mil 117 por persona fallecida, dependiendo de la ubicación y el soporte elegidos.
En 15 años de existencia el sepulcro marino con fines medioambientales alberga las cenizas de mil 500 personas fallecidas y, según sus creadores, otras mil 500 han reservado un lugar para cuando fallezcan.
“Nuestro lema es ‘crear vida después de la vida'”, dice el director de operaciones del Neptune Memorial Reef, Jim Hustler, insistiendo en el aspecto medioambiental del proyecto. “Queríamos construir un arrecife que fuera sostenible, que ayudara a reemplazar los arrecifes que están muriendo en todo el mundo“.
Hasta ahora, 90 colonias de corales se han instalado en este espacio de unos cuatro mil metros cuadrados que acoge también a 56 especies de peces, así como cangrejos, erizos de mar y esponjas.
“Todas las texturas, formas, perfiles y profundidades están diseñados para animar a los animales a venir”, explica Hustler.
Ahora, sus creadores tiene permiso para construir sobre unos 64 mil m2 y aspiran a albergar las cenizas de más de 250 mil personas, una vez terminada la obra.