Uno de los productos más utilizados para limpiar y desinfectar las casas es el cloro o hipoclorito de sodio, sin embargo, éste debe ser utilizado con precaución, sobre todo al combinarse con otras sustancias y utilizarlo para lavar los platos o desinfectar pisos y superficies. Ve cómo si puedes usarlo de forma segura y con qué no combinarlo.
¿Cómo usar el cloro de forma segura al lavar los platos y otras actividades en el hogar?
Para usar el cloro de forma segura en las labores del hogar, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) sugiere seguir los siguientes parámetros:
Limpieza de pisos | Solución diluida al 0.2 %, es decir 1 parte de Cloro por 25 partes iguales de agua |
Lavar el baño | Diluir 1⁄4 de taza de cloro en 2 litros de agua para verter en el inodoro y dejar reposar cinco minutos |
Lavar ropa blanca | |
* En lavadora | 1/2 de taza de cloro por cada 30 litros de agua |
* A mano | 1/3 de taza de cloro por cada 9 litros de agua |
Lavar los platos | Diluir 1 1⁄2 cucharada de cloro en 1/2 litro de agua |
Desinfectar superficie | Diluir 1/3 de taza de cloro en 1.5 litros de agua |
Es importante hacer un buen uso de esta sustancia ya que, según las autoridades, estar mucho tiempo en contacto con el cloro puede causar comezón, ardor, urticaria y enrojecimiento de la piel.
Por ello, también se sugiere usar guantes de limpieza o lavar con abundante agua y un jabón neutro para detener la irritación.
¿Con qué no combinar el cloro?
De acuerdo con Carlos Rius Alonso, académico de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) al mezclar el cloro con determinadas sustancias es posible que se generen reacciones dañinas para la salud, por ejemplo:
- Cloro con vinagre, cloro con limón, cloro con productos de limpieza con ácido clorhídrico
Al mezclar el cloro con algún ácido como el vinagre, el limón o los productos de limpieza que contienen ácido clorhídrico, se neutraliza la sosa que tiene y genera cloro gaseoso, el cual es altamente tóxico.
- Cloro con alcohol
Otra de las sustancias que no se debe mezclar con el cloro es el alcohol, pues al combinar ambos líquidos se tendría cloroformo, compuesto químico que detiene el diafragma, principal músculo encargado de la respiración, lo cual provocaría un paro respiratorio.
Además, el cloroformo es tóxico para el hígado y a largo plazo podría producir cáncer en este órgano.
- Cloro con amoniaco
Rius Alonso, también advierte que los limpiadores con amoniaco al ser combinados con cloro darán como resultado cloraminas, las cuales por sí mismas en cantidades muy pequeñas no causan ningún problema, pero al combinar cloro concentrado con amoniaco también concentrado se generarán grandes cantidades de cloraminas, las cuales son tóxicas y pueden producir problemas pulmonares.
Tanto las cloraminas como el cloroformo causan daño al hígado, “son sustancias que tienen hepatotoxicidad y se ha comprobado que son cancerígenas; seguramente no se va a presentar de inmediato la enfermedad, pero si su uso es continuo tendrá un efecto acumulativo y, a largo plazo, se generarán problemas como cáncer de hígado”, indicó el académico.
- Cloro con agua oxigenada
Al mezclar agua oxigenada con cloro se forman cloratos o percloratos, y por la reacción exotérmica, la cual va a generar calor, se podría presentar una explosión.
Además, si el agua oxigenada se combina con vinagre, oxidará el ácido acético y se tendrá ácido peracético, el cual es utilizado en reacciones de polimerización y debe ser manejado con mucho cuidado porque puede ser explosivo.
¿Por qué es peligroso?
El cloro es muy oxidante, produce quemaduras graves, paros respiratorios y afecta las mucosas de la nariz, boca y pulmón.
“El cloro es un gas en su estado natural y comprimido se vuelve líquido; sin embargo, para disolverlo en agua se utiliza una solución alcalina con hidróxido de sodio o sosa y se forma el hipoclorito de sodio”, dice Rius Alonso, quien asegura que, en el caso del hipoclorito de sodio comercial para uso en casa, éste se encuentra al 5%.