Ante la nueva normalidad y la reapertura de actividades de todos lo sectores el uso generalizado de cubrebocas puede ocasionar un problema de desabasto y hasta de gasto extra de dinero, por eso hay maneras de ahorrar al reutilizar los cubrebocas, y la UNAM explica cómo.
Iván Puente Lee, académico de la Facultad de Química de la UNAM, explicó que las mascarillas o cubrebocas N95 y KN95 para uso de personal médico pueden ser reutilizables si se esterilizan por medio de la luz utravioleta a 254 nanómetros con vapor de peróxido de hidrógeno o calor seco a 70 grados centígrados.
Este tipo de cubrebocas no deben usarse por más de 40 horas y lo más recomendable, de acuerdo con la literatura científica y los fabricantes, es que los cubrebocas se utilicen y se desechen.
Sin embargo debido a la gran necesidad de cubrebocas, se pueden esterilizar para poderlos reutilizar.
La UNAM observó que después de más de 30 ciclos de esterilización, los tejidos continuaban intactos: “No vemos deformación, ni quemado de las fibras en ninguna de las capas”, dijo Puente Lee.
En el caso del personal de hospitales, recomendó contar por lo menos con cinco cubrebocas para utilizar una diario y los usados se envíen a esterilizar.
El académico de la UNAM explicó que para reutilizar los cubrebocas N95 y KN95 hay que evitar lavarlos con agua y jabón, cloro o alcohol para limpiar este tipo de mascarillas.
Guardarlos no ayuda a desactivar al virus con el tiempo, y disminuye la capacidad de filtración de los cubrebocas del 95% a un 80 o 70%.
La UNAM también recomendó no utilizar labial o maquillaje mientras se emplean los cubrebocas porque puede adherirse a las fibras de la mascarilla y al esterilizarlos para poderlos reutilizar el maquillaje va a continuar fijo en los tejidos.
La ventaja de los cubrebocas N95 y KN95 es que poseen una carga electroestática y filtran hasta 10 veces más las partículas que un filtro normal.
Reutilizar los cubrebocas caseros
Para el caso de la elaboración de cubrebocas caseros, Iván Puente Lee sugirió emplear toallas, camisetas de algodón, fundas de almohada y bufandas, entre otros materiales como lo indica la Organización Mundial de la Salud.
Los cubrebocas hechos en casa deben contar por lo menos con tres capas: de polipropileno, algodón y poliéster. Al colocar la capa de poliéster en la parte externa permitirá que sea más impermeable; en la interna, la de algodón evitará dañar la cara, y como medio filtrante sirve la película de polipropileno.
Los cubrebocas caseros, aseveró, se deben elaborar con telas sin tramado, porque pueden tener aperturas por las cuales podrían entrar las partículas o el virus.
A diferencia de los KN95, las mascarillas elaboradas en casa se pueden lavar, sumergir en cloro o agua caliente y son reutilizables sin ningún problema.