Si lo que más deseas es que sean 100% honestos contigo, tal vez necesitas saber qué es la termografía infrarroja, una técnica capaz de determinar, con la temperatura de la piel, quién dice mentiras y quién dice la verdad.
Así es, la termografía infrarroja mide la temperatura en específico en determinadas zonas de la cara ante pruebas cognitivas y emocionales, que generan cambios de temperatura que son capaces de mostrar si lo que se dice es verdad o mentira.
De acuerdo con el Centro Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada, el método de la termografía infrarroja ofrece 80% de exactitud y menos del 20% de falsas alarmas.
¿Cómo determina si las personas mienten?
La temperatura de la piel de las personas presentan cambios cuando mienten, pues para decir algo falso se necesitan tres componentes. Éstos son:
El esfuerzo de elaboración y adaptación de la mentira
Al mentir, las personas generan una carga mental que activa el lóbulo frontal, base cerebral del control mental y la toma de decisiones. De acuerdo con la BBC, eso se asocia con subidas térmicas en la frente en el lado izquierdo y derecho de la cara; es decir, la temperatura cambia y las cámaras de infrarrojos detectan.
Lo que conocemos como nerviosismo
Al momento de mentir se activa el sistema nervioso autónomo simpático, lo que conocemos popularmente como nerviosismo. Cuando el nerviosismo entra en juego tras una mentira, la temperatura aumenta en la punta de la nariz.
Éste está relacionado directamente con la respuesta de estrés.
El deseo de causar una impresión positiva al oyente, para convencerlo
Cuando el interés de que la mentira sea creída, se sube la temperatura en las mejillas. Incluso se puede percibir cuando las personas se llegan a poner “chapeadas”.
Además de saber quién miente, la termografía infrarroja o emocional, como también se le conoce, es capaz de determinar las emociones de las personas y señalar si alguien siente ansiedad, depresión, culpa o frustración; o hasta saber si una canción gusta o emociona.