Científicos confundieron el canto de un ave con el susurro del viento, pero se maravillaron al descubrir que se trataba del contratenor de las aves: un colibrí con un sonido único que habita en los páramos de Ecuador.
Conocido comúnmente como Estrellita Ecuatoriana, esta especie de 14 centímetros de altura tiene el canto más agudo entre los pájaros.
El colibrí canta con una frecuencia fundamental de 13,4 kilohertzios (kHz) y alcanza notas de hasta 16 kHz, según un estudio divulgado en julio en la revista Science Advances. El resto de aves emiten vocalizaciones que van generalmente de dos a ocho kHz.
“La frecuencia fundamental es importante porque nos muestra la frecuencia a la que vibra la siringe, lo que es el equivalente a nuestra laringe, que es la que produce el sonido”, explicó a la AFP Fernanda Duque, neurocientífica ecuatoriana de la Universidad Estatal de Georgia, en Estados Unidos, y autora del artículo.
Aún admirada por su hallazgo tras cinco años de trabajo, la científica dijo que “es raro escuchar un canto que esté exclusivamente por encima de los diez y por esto estas vocalizaciones son importantes”.
Estrellita Ecuatoriana es el único colibrí que puede vivir a 5 mil 200 metros de altura. Este tipo de aves desafían el frío extremo de los páramos de Ecuador, un ecosistema vital que actúa como una esponja que retiene agua.
Los machos de la especie emiten un canto tan alto que puede superar el sonido que hace el viento al chocar contra las plantas de chuquiragua, su alimento predilecto.
El colibrí vive en la reserva natural Chakana, en las faldas del volcán ecuatoriano Antisana (50 km al sureste de Quito), uno de los lugares donde se hizo el estudio.
Cuando la Estrellita canta “suena como un susurro, como un ‘sssss’ y en realidad dentro de los sonidos que nosotros estamos acostumbrados a escuchar los susurros son los que tienen frecuencias más altas, más altas que los silbidos”, se explicó.