Científicos polacos descubrieron una momia egipcia embarazada, la primera en este estado en el mundo, en tanto realizaban radiografías de sus restos de hace dos mil años en el Museo Nacional de Varsovia.
“Mi esposo Stanislaw, egiptólogo, y yo, al examinar las imágenes radiográficas, notamos en el útero de la mujer fallecida un cuadro familiar para padres de tres hijos: ¡un pequeño pie!”, señaló ante periodistas Marzena Ozarek-Szilke, antropóloga y arqueóloga de la Universidad de Varsovia.
De acuerdo con los expertos esta momia es única, ya que según Wojciech Ejsmond, de la Academia de Ciencias polaca, que también participa en el proyecto, nunca han encontrado casos similares.
Esto significa que “‘nuestra’ momia es la única encontrada en el mundo con un feto adentro”, indicó.
“No sabemos por qué no sacaron al feto del útero de la difunta durante su momificación”.
De ahí que Ozarek-Szilke plantara la hipótesis de que hubo la intención de “ocultar el embarazo o, quizás, esto tenía cierto significado vinculado a las creencias sobre el renacimiento en el más allá”.
El estudio de los jeroglíficos inscritos en el sarcófago indicó en un principio que la momia era la de un sacerdote que vivió entre el siglo I a. C. y el siglo I d. C. Los científicos ahora creen que podría ser aún más antigua e intentan averiguar la posible causa de su muerte.
La momia no ha sido abierta, pero una de las radiografías muestra que la mujer tenía el pelo largo y rizado, que le llegaba hasta los hombros.
Este descubrimiento fue anunciado en el último número del Journal of Archaeological Science, una revista publicada por un comité de especialistas, en la que se indicó:
“Es el primer caso conocido de un cuerpo embalsamado de una mujer embarazada. Esto abre nuevas posibilidades de investigación sobre el embarazo en la antigüedad y las prácticas vinculadas a la maternidad”.
La momia embarazada de Egipto fue llevada a Polonia en el siglo XIX e integra la colección de antigüedades de la Universidad de Varsovia. Actualmente, se conserva en el Museo Nacional desde 1917 y se exhibe en el sarcófago.