Científicos de Estados Unidos crearon pequeños robots biológicos, llamados Anthrobots, a partir de células traqueales humanas.
Estos robots microscópicos multicelulares, que varían en tamaño desde el ancho de un cabello humano hasta la punta de un lápiz afilado, fueron diseñados para autoensamblarse y mostraron un notable efecto curativo en otras células.
La investigación, publicada en Advanced Science, describe cómo los Anthrobots se mueven a través de las superficies y se descubrió que promueven el crecimiento de neuronas en áreas dañadas de neuronas cultivadas en laboratorio.
“Los Anthrobots son los primeros robots biológicos vivos totalmente celulares, compuestos de células humanas”, dijo a Reuters Gizem Gumuskaya de la Universidad de Tufts.
La diferencia entre Xenobots y Anthrobots
El estudio se basa en investigaciones anteriores que involucran Xenobots, creados a partir de células de embriones de rana, y explora el potencial del uso de biobots derivados de pacientes como herramientas terapéuticas para la regeneración y el tratamiento de enfermedades.
A diferencia de los Xenobots, los Anthrobots pueden construirse a partir de células humanas adultas sin modificación genética, lo que ofrece un enfoque escalable y prometedor para producir enjambres de estos robots para aplicaciones terapéuticas.
Los Anthrobots navegan utilizando cilios, pequeños pelos en su superficie que imitan las células de la mucosa de la tráquea. Estos cilios, que originalmente limpiaban las vías respiratorias del cuerpo, ahora sirven como sistema de propulsión para los Anthrobots, permitiéndoles moverse por sí solos.
La investigación, dirigida por el profesor Michael Levin de la Universidad de Tufts, con la colaboración del Instituto Wyss de la Universidad de Harvard, descubrió que los Anthrobots, creados a partir de células traqueales humanas adultas, pueden moverse de forma autónoma y estimular el crecimiento de las neuronas sin modificar su ADN.
Las capacidades inesperadas de estos Anthrobots abren vías para una mayor exploración de sus mecanismos de curación. Gumuskaya dijo que los Anthrobots ayudaron a curar las “heridas” creadas en neuronas cultivadas.
“Demostramos que los Anthrobots pueden moverse a través de una capa de células nerviosas humanas dañadas y reparar los nervios en el transcurso de tres días”, dijo.
Aún no está claro exactamente cómo los Anthrobots estimulan el crecimiento de las neuronas, pero los investigadores confirmaron que las neuronas crecieron bajo el área cubierta por un grupo de Anthrobots.
Las ventajas de utilizar células humanas incluyen minimizar el riesgo de respuestas inmunes, ya que los robots pueden construirse a partir de las propias células del paciente.
Los Anthrobots tienen una vida útil limitada de unas pocas semanas, lo que garantiza que el cuerpo pueda reabsorberlos fácilmente después de completar sus tareas.
Los investigadores visualizan varias aplicaciones para los Anthrobots, incluida la eliminación de la acumulación de placa en pacientes con aterosclerosis, la reparación de daños en la médula espinal o los nervios de la retina, el reconocimiento de bacterias o células cancerosas y la administración de medicamentos dirigidos.
“En el futuro, podremos tomar las propias células de una persona y utilizar estímulos diseñados con precisión para lograr que adopten las formas y comportamientos deseados. Podríamos reinsertarlas nuevamente en el cuerpo para que realicen tareas terapéuticas”, dijo el profesor Michael Levin.
