Científicos alemanes desarrollaron un método que permite detectar y monitorear el grado de transmisión de COVID-19 en aguas residuales.
Un equipo de virólogos, ecotoxicólogos e investigadores evolutivos de Frankfurt e investigadores del agua de Aquisgrán demostraron por primera vez en Alemania que el material genético del SARS-CoV-2 puede ser detectado en plantas de tratamiento de agua gracias a la utilización de métodos moleculares modernos basados en la secuenciación de genes.
Con ayuda de este nuevo método, los investigadores analizaron muestras de nueve plantas de tratamiento de aguas residuales durante la primera ola pandémica en abril de 2020.
En las muestras analizadas se encontraron de tres a 20 genes del virus que provoca el COVID-19 por mililitro de agua residual.
Gracias a la validación exhaustiva de este nuevo método se reveló que el cebador genético usado previamente, registró erróneamente no sólo el SARS-CoV-2, sino también otros coronavirus que no causan enfermedades en las aguas residuales, por lo que se descartó la información previamente obtenida que indicaba que había rastros del virus SARS-Cov-2 en muestras de agua tomadas en 2017 y 2018, antes del brote de la pandemia.
Este método ahora permite conocer la carga viral medida de una planta de tratamiento para sacar conclusiones sobre el número de individuos infectados por COVID-19 en el área de captación.
Desde el comienzo de la pandemia, los grupos de investigación han estado trabajando en métodos para detectar los virus del SARS-CoV-2 en las aguas residuales y así poder monitorear el grado de transmisión debido a que las personas infectadas esparcen el virus del SARS-CoV-2 en las heces.
Sin embargo, las pruebas celulares in vitro han demostrado que los fragmentos de SARS-CoV-2 verificados en las aguas residuales no son infecciosos. Sin embargo, debido a las altas cargas y la baja capacidad de retención de las plantas de tratamiento convencionales, se debe investigar más a fondo el comportamiento del SARS-CoV-2 en el ciclo del agua.