Investigadores del Houston Methodist Neurological Institute desarrollaron un casco electromagnético capaz de ayudar a reducir el tamaño de un tumor cancerígeno mortal en más de un tercio.
A través de un casco compuesto de tres oncosciladores firmemente sujetos y conectados a un controlador electrónico basado en microprocesador operado por una batería recargable, los expertos lograron reducir el tumor de un paciente con glioblastoma, el cáncer de cerebro más mortal en adultos, en un 31%.
Este casco conocido como “dispositivo oncomagnetic”, administra un tratamiento de campo magnético oscilante no invasivo al ser colocado en la cabeza del paciente.
El tratamiento consiste en la aplicación intermitente de un campo magnético oscilante generado por la rotación de imanes permanentes en un perfil de frecuencia y patrón de tiempo específicos.
“Primero se administró durante dos horas bajo supervisión en la Clínica Peak, los tratamientos subsiguientes se administraron en el hogar con la ayuda de la esposa del paciente, aumentando los tiempos de tratamiento hasta un máximo de solo seis horas por día”, dijeron los especialistas.
De acuerdo con los expertos, durante las cinco semanas de tratamiento del paciente, la terapia magnética fue bien tolerada y la masa y el volumen del tumor se redujeron en casi un tercio, lo cual parece correlacionarse con la dosis de tratamiento.
Los investigadores detallaron en el estudio de caso publicado en Frontiers in Oncology, que dicho paciente sufría de glioblastoma recurrente en etapa terminal, a pesar de haber sido sometido a una escisión quirúrgica radical, quimiorradioterapia y terapia génica experimental.
Aunque el sujeto al que le fue administrado el tratamiento del casco electromagético murió por una lesión no relacionada aproximadamente un mes después de iniciado el tratamiento, la autopsia de su cerebro confirmó la rápida respuesta al tratamiento.
“Imagínese tratar el cáncer de cerebro sin radioterapia o quimioterapia”, dijo David S. Baskin, autor del estudio, quien agregó, “nuestros resultados en el laboratorio y con este paciente abren un nuevo mundo de terapia no invasiva y no tóxica para el cáncer de cerebro, con muchas posibilidades emocionantes para el futuro”.