El carfentanilo fue la sustancia responsable de la muerte de 24 personas en Argentina a causa del consumo de cocaína adulterada, así lo revelaron los estudios de laboratorios químicos a cargo del caso. En Uno TV te explicamos qué es este potente y peligroso químico.
Se trata de un opioide que dejó a 80 personas hospitalizadas en estado grave. De acuerdo con las indagaciones, el efecto letal que tuvo la droga se debió a la mezcla de múltiples derivados de opiáceos, incluyendo el fentanilo, una droga sumamente condenada en Estados Unidos.
Debido a la composición del carfentanilo y las diversas sustancias agregadas a la cocaína contaminada, los consumidores resultaron envenenados en lugar de sufrir sobredosis, pues el peligro no radicó en la cantidad, sino en los opioides.
¿Qué es el carfentanilo usado en la cocaína adulterada?
De acuerdo con el estudio a cargo de Nicole Bloch, Lucas Oberpaur y Francisca Elgueta, publicado por la Sociedad de Anestesiología de Chile, el carfentanilo es un opioide sintético derivado del fentanilo que es 10 mil veces más potente que la morfina.
“Comúnmente se usa en animales o en pequeñas dosis para ciertos propósitos, pero también se maneja como una droga ilícita cuyo consumo ha crecido en el mundo en los años recientes”
La investigación a cargo de Bloch arrojó que el envenenamiento por carfentanilo es similar al de cualquier toxidrome opioide. Los síntomas más comunes son la pérdida de conciencia y depresión respiratoria. Su antídoto es la Naloxona en dosis muy grandes.
¿Cómo funciona el carfentanilo?
El presidente de la Asociación de Toxicología Argentina, Sergio Saracco, destacó que se trata de un “opioide sintético análogo del fentanilo como también lo es el acetilfentanilo, butirfentanilo, alfentanilo, sufentanilo y remifentanilo”.
“Con 2 miligramos de carfentanilo puede ser una dosis letal y esto es lo que genera tanto riesgo (…) no es de uso habitual, ni siquiera en el ámbito veterinario por el pequeño margen entre dosis justa y letal”
Sergio Saracco
El uso ilegal de carfentanilo provoca 70 mil muertes al año en Estados Unidos, provocando convulsiones en la mayoría de los casos. Debido a la potencia de este opioide, en 2018 la Administración de Medicamentos y Alimentos de E.U. prohibió su uso en animales.
Los científicos concluyeron que se trataba de esta droga porque los médicos de Buenos Aires detectaron que algunos de los pacientes que ingresaron respondieron de manera positiva a la naloxona, aunque no se pudo salvar la vida de 20 pacientes.
A través de su publicación, los anestesiólogos sudamericanos destacaron que su alta potencia se debe a su alta lipofilicidad, gran volumen de distribución y por tener metabolitos activos. Es un analgésico y sedante potente, con un índice terapéutico grande, pero dosis letales pequeñas.
