De suave andar y rastro viscoso el caracol de tierra es residente de todos los jardines, particularmente en la época de lluvias. Y aunque puede sonar poco apetitoso o agradable los caracoles son considerados una exquisitez culinaria, según “Somos guardianes”, una campaña de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), cuyo objetivo es promover, a través de una serie de videos, la participación ciudadana en el conocimiento, valoración y respeto de la naturaleza mexicana.
Caracoles de tierra en la comida y los productos de belleza
¿Se comen los caracoles de tierra?, ¡viscosos pero sabrosos!
Los caracoles como alimento forman parte de la dieta mediterránea, pero en México también son consumidos y pueden encontrarse en los menús de las cantinas más tradicionales de la ciudad, igual que los tradicionales escamoles, gusanos de maguey y otros tantos que conforman la tradicional comida prehispánica. Tienen un sabor agradable al paladar muy similar al de las almejas o el camarón, y pueden ser utilizados para preparar desde ceviches hasta sopas, tortitas y ensaladas.
Un sólo platillo de escargot, caracol cocinado en francés, puede llegar a venderse entre 150 y 200 pesos en una variedad de platillos de muy buen sabor, asegura Luciano Maya asesor técnico de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sólo basta con lavarlos, desflemarlos y finalmente hervirlos o asarlos.
Beneficios del caracol de tierra a la belleza
En cuanto a los beneficios de los caracoles a la belleza, resulta que estos son grandes productores de colageína, y según expertos de la UNAM, tienen efectos altamente cicatrizantes y de regeneración para la piel, por lo que su baba es aprovechada en este tipo de productos.
Cada caracol es ordeñado sólo dos veces en su vida para evitar que se estresen y sufran daños en su salud, No obstante, según criadores, un sólo kilo de caracoles puede llegar a producir hasta un litro de baba.
Baba de caracol, ¿cómo se obtiene?
El proceso original para extraer la baba de caracol consistía en perforarle la concha al caracol, lo cual lo pone a la defensiva y comienza a producir baba, sin embargo, esto los lastima mucho, por lo que se usa otro proceso llamado “licuado”.
Este proceso consiste sólo en colocarles un poco de agua y luego se les agita con la mano para hacerlos enojar, obteniendo el mismo resultado y permitiéndoles recuperarse para una segunda ordeña.
De la baba extraída se pueden producir jabones o cremas para la piel, así como usar directamente al 80% como mascarilla o cicatrizante.
¿Cómo son los caracoles de tierra?
Los caracoles pertenecen al grupo de los moluscos por lo que están emparentados con los pulpos, calamares, almejas y babosas, asegura la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
- Los caracoles pertenecen a la clase de los gasterópodos y a la familia de los helícidos.
Tienen una concha arrollada en espiral, bien desarrollada y capaz de alojar todo el cuerpo del animal. Su cuerpo, por otro lado, es blando y pegajoso.
Según la Secretaría de Educación Pública (SEP), los caracoles poseen tentáculos o antenas telescópicas en su cabeza, en las cuales se hayan dos extremidades en las que se encuentran sus ojos, los cuales son sensibles a la luz y al tacto.
No tienen oídos sino otocistos, que son órganos auditivos igualmente útiles para el equilibrio del animal, y en la boca cuentan con una estructura llamada rádula que está formada por una serie de dientes que deslizan sobre una estructura llamada odontóforo. La función de sus dientes es raspar el alimento como si fuera una lima, para después ser introducido al tubo digestivo y producirse la digestión y asimilación.
- Si se diera de comer a los caracoles en un “sin ruido” y se empleara un micrófono, se podrá escuchar claramente un ruido similar al de frotar una lima.
Segregan una baba viscosa, la limacina, que sirve como lubricación y pegamento para subir por zonas inclinadas; aunque también tiene una función protectora para que siempre estén húmedos.
Se desplazan por medio de una estructura musculosa llamada pie, que les permite deslizarse por superficies diversas: rugosas, verticales o lisas. Sin embargo, tiene un corazón muy rudimentario, ya que, según la SEP, tan sólo cuenta con un ventrículo y una aurícula.
Cada caracol pesa en promedio entre ocho y 10 gramos, y su esperanza de vida es de cinco a seis años.
¿Cómo nacen los caracoles?
El caracol de tierra es hermafrodita atípico, este término significa que el animal posee ambos sexos: masculino y femenino, a pesar de ellos, los caracoles hembras deben aparearse para ser fecundados.
Por ello, cuentan con un ritual de apareamiento singular:
“Cuando dos caracoles se encuentran, empiezan a acercarse lentamente el uno al otro; luego se alzan el uno contra el otro y frotan sus cuerpos. Durante ese tiempo se acarician los tentáculos y ejecutan un baile gracioso que puede prolongarse por espacio de 10 horas”.
Los caracoles hembra suelen ser madres sorprendentemente cuidadosas, ya que son las encargadas de buscar un lugar propicio para el desarrollo de sus crías, el cual debe ser húmedo, pero no demasiado, con tierra blanda y alimento en abundancia.
Al construir su nido, el caracol hembra empieza por “barrer” la superficie del suelo dejando la tierra al descubierto y luego se sirve de la cabeza para amontonar la tierra y formar una cavidad donde depositará los huevecillos, al terminar la mamá caracol abandonará definitivamente el lugar.
- El caracol tiene un período de incubación entre los 10 y 30 días a partir del apareamiento, y llegan a poner entre 70 y 140 huevos.
¿Por qué los caracoles tienen concha?
La masa visceral del caracol se encuentra dentro de la concha envuelta por un llamado manto que se encarga de producir una secreción calcárea que, en contacto con el aire, se endurece rápidamente y le permite reparar daños y crecer.
La parte de adentro de la concha está muy desarrollada, teniendo aparato reproductor, digestivo, excretor y circulatorio.
Su crecimiento se manifiesta en forma de líneas en la concha. Se aferra a la concha gracias al músculo columelar y el sentido de giro es de izquierda a derecha.
¿Qué comen los caracoles?
Es un animal herbívoro, su alimentación está basada en verduras, plantas, incluyendo hierbas aromáticas que son sus predilectas.
De hecho, criadores de caracoles de tierra aseguran que la espinaca, col y zanahoria son sus alimentos favoritos, permitiéndoles crecer y reproducirse de forma abundante.
El caracol de tierra tiene una manera muy peculiar de comer, como no tiene mandíbula no mastica los alimentos, sino que los ralla sobre la rádula (forma de lengua o lima dotada de gran cantidad de dientecillos).
Sin embargo, a veces se alimentan de hojas cultivadas a las que perforan y pueden causar importantes estragos en los cultivos, sobre todo cuando la plantación es tierna aún. Es por eso que hoy en día están considerados como plagas y se les combate con productos tóxicos.