La temporada de huracanes traerá consigo entre 16 y 22 ciclones tropicales en el Océano Pacífico y de 10 a 16 en el Atlántico, de los cuales al menos dos serán muy intensos, de categoría tres a cinco. De acuerdo con la UNAM, estos fenómenos se vuelven más intensos por efecto del cambio climático.
¿Cómo afecta el cambio climático a los huracanes?
La cantidad de huracanes esperada no es indicativo de que sean peligrosos o tocarán tierra con consecuencias devastadoras, considerando que su número por temporada se mantiene constante; sin embargo, a raíz del cambio climático, estos se han vuelto más intensos, según Jorge Zavala Hidalgo, excoordinador del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
De esta forma, el pronóstico para la temporada de huracanes 2023 no preocupa por el número de ciclones, pues se sitúa dentro del rango histórico promedio; sin embargo, estos fenómenos son propensos a ser más intensos, considerando que dos podrían ser especialmente fuertes. En este sentido, las precipitaciones pueden aumentar hasta un 15% a nivel mundial.
Las investigaciones de la NASA sugieren que, con el aumento de las temperaturas, será más probable que las tormentas sufran una rápida intensificación, con un aumento de la velocidad de los vientos en unos 56 kilómetros por hora en 24 horas.
- Estos cambios rápidos pueden dejar a las autoridades locales y a las comunidades en la trayectoria de un huracán sin tiempo para prepararse, según advierten los especialistas estadounidenses
“La rápida intensificación parece ser ya una de las principales influencias del calentamiento del océano en el comportamiento de los huracanes“, advierten los especialistas. Mientras que las tormentas que se intensifican rápidamente ocurrían con menos frecuencia en décadas pasadas.
Tal como advierte la UNAM, la NASA dice que el Atlántico está produciendo ahora alrededor de una de estas tormentas por temporada. Y como este fenómeno ha ocurrido con más frecuencia en las últimas décadas, los científicos están recién empezando a entender cómo predecirlo.
¿Por qué el cambio climático aumenta la intensidad de huracanes?
El calor del océano, la humedad del aire y el viento intervienen en la formación de los huracanes, y “todos se ven afectados por el cambio climático“, según precisa la NASA, considerando que el océano ha absorbido el 90% del calentamiento de las últimas décadas, almacenando tanto calor como en la atmósfera, afectando el proceso en la formación e intensidad de de las tormentas.
“Si una tormenta se desplaza sobre una capa poco profunda de agua cálida, los vientos más fuertes pueden mezclar el océano lo suficiente como para arrastrar esa agua más profunda y fría, y reducir la energía disponible para la tormenta. Sin embargo, si la profundidad de la capa cálida es bastante grande, la tormenta no puede aprovechar esa agua más fría, por lo que hay menos posibilidades de que ese agua más fría actúe para debilitar la tormenta”.
Scott Braun, meteorólogo investigador del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.
Los cambios en la velocidad y la dirección del viento a diferentes alturas pueden hacer o deshacer un huracán. Esto puede impedir la formación de la tormenta al dispersar el calor y la humedad. “Si es fuerte, también estos vientos pueden desintegrar una tormenta ya existente separando su parte superior de la inferior”, dice el experto.
Por esta razón, el cambio climático impide que el agua fría pueda debilitar la tormenta, lo que provoca que los ciclones sean mucho más fuertes conforme pasan las temporadas de huracanes.
¿Cómo prepararse para estos fenómenos climáticos?
Christian Domínguez, del Grupo de Hidroclimatología Tropical, proporcionó una serie de recomendaciones para antes, durante y después del paso de un ciclón tropical. Estas incluyen:
- Reparar techos, ventanas y paredes
- Desconectar artículos electrónicos
- Cerrar llaves de paso de agua y gas
- Mantenerse alejados de puertas y ventanas
- Escuchar la radio para estar informados
- Tener a la mano documentos importantes
Tras el paso del ciclón, se debe permanecer en el refugio y evitar áreas de desastre. Finalmente, es importante recordar cómo se clasifican los ciclones en la escala Saffir-Simpson:
- Depresión tropical: vientos máximos sostenidos de 63 km/h o menos.
- Tormenta tropical: vientos máximos sostenidos de 64 km/h – 118 km/h.
- Huracán: vientos máximos sostenidos de 119 km/h– 177 km/h.
- Huracanes “mayores” o muy destructivos: vientos máximos sostenidos de 178 km/h–252 km/h.
La preparación es vital para enfrentar la temporada de huracanes. En la actualidad, contamos con herramientas que permiten anticipar con mayor precisión los lugares que podrían verse afectados. La comunicación fundamentada y confiable, evitando la propagación de información falsa o rumores, es crucial.