El bótox es el procedimiento estético no quirúrgico más frecuente entre los pacientes de ambos sexos en México, según datos de La Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS). Por eso, te explicamos qué es la toxina botulínica, cuánto cuesta y a qué edad se puede aplicar.
¿Qué es el bótox?
La toxina botulínica, mejor conocida como bótox es una neurotoxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum.
De acuerdo con el doctor Alejandro Parra, médico cirujano con especialidad en medicina estética, el bótox es un tratamiento preventivo que ayuda a relajar la actividad muscular y se aplica principalmente arriba de las cejas, en el entrecejo y alrededor de los ojos.
“La toxina botulínica, mejor conocida como bótox, es el procedimiento más frecuente entre mis pacientes, además de que no genera un cambio exagerado y lo único que hace es relajar la actividad muscular para que las líneas de expresión no se marquen demasiado y no se vayan convirtiendo en arrugas o surcos“, dice el doctor Alejandro Parra, médico cirujano con especialidad en medicina estética.
El bótox es el tratamiento cosmético no quirúrgico más popular en Estados Unidos, mientras que México ocupa el cuarto lugar.
Se estima que Estados Unidos y Brasil son los países con mayor cantidad de cirujanos plásticos, con más del 25 % del total mundial, aunque México ocupa el tercer lugar global con un 22.5% en recibir pacientes extranjeros.
El botox se debe aplicar cada seis meses y no se recomienda a menores de 25 años
El médico dijo que el botox se reaplica entre cuatro y seis meses y su efecto puede durar de tres a cuatro meses, ya que va disminuyendo gradualmente.
En cuanto a la edad dijo que se puede empezar a planear un tratamiento de manera preventiva entre los 25 y 30 años de edad.
“A esa edad la piel empieza a disminuir su producción de colágeno y se ven los primeros cambios de envejecimiento en la piel, ya que se empiezan a marcar líneas o la piel se comienza a deshidratar”, aclaró.
Para este tipo de pacientes jóvenes se realizan cambios muy sutiles y poco notorios.
Sobre el popular “Baby bótox” dijo que muchas pacientes creen que es una sustancia distinta, sin embargo, aclaró que se aplica la misma toxina botulínica nada más que en menos cantidad.
“El nombre de “Baby bótox” es una estrategia de venta y las dosis siempre van personalizadas de acuerdo a la fuerza muscular de cada persona”.
Alejandro Parra, doctor
El precio de la toxina botulínica no suele ser menor a los 5 mil pesos
El especialista añadió que el precio final dependerá de la cantidad de producto que se le aplique a cada paciente y puede ir de 5 mil pesos a más.
Además, adivirtió que existe un mercado informal que puede usar sustancias no aprobadas por Cofepris: “lo barato puede salir caro”. Y agregó algunas recomendaciones para los interesados en aplicarse botox:
- Buscar un médico certificado en cirugía plástica o dermatología cosmética.
- La clínica debe tener los permisos de Cofepris.
- Medidas de seguridad e higiene.
- Un correcto historial clínico del paciente que incluya antecedentes, alergías, entre otros datos.
- A la hora de la aplicación, revisar que el producto esté aprobado por la Cofepris y que idealmente tenga un sello de la FDA de Estados Unidos.
La inflamación es inevitable, así es el proceso de recuperación
El doctor Alejandro Parra aclaró que todos los pacientes van a salir del procedimiento con inflamación y enrojecimiento por la manipulación de la jeringa con la sustancia.
“La inflamación se quita en las primeras 24 horas, aunque hay personas que tienen la piel muy sensible y les puede durar de 3 a 5 días”.
Alejandro Parra, doctor
En cuanto a la recuperación platicó que los pacientes se recuperan en su totalidad en dos semanas.
Según menciona el especialista, las personas pueden seguir haciendo sus actividades normales y solamente se recomienda que duerman boca arriba durante tres días, que eviten las temperaturas extremas y que no se maquillen por 24 horas.
“Son tratamientos muy seguros, los productos deben ser compatibles y biodegradables que se van a reabsorber por sí mismos, los riesgos son pocos”, dice Alejandro Parra.
Parra dijo que es raro que existan reacciones alérgicas y que por eso es importante un correcto historial clínico del paciente. Entre las más comunes que podría sufrir un paciente son: inflamación, fibrosis y fallas a nivel sistémico del cuerpo humano.
Según información del ISAPS, el uso de inyectables no quirúrgicos creció un 8,6%, mientras que la toxina botulínica siguió siendo la más utilizada.