Un enorme estampido sónico sorprendió a los habitantes de Nueva Gales del Sur el pasado 9 de julio, cuando una parte de basura espacial, posiblemente perteneciente a SpaceX, se estampó en una granja de la localidad.
De acuerdo con medios locales, una gran parte de un cohete SpaceX que debía aterrizar en el Océano Pacífico frente a Australia chocó en una granja después de que granjeros vieran una brillante bola de fuego en el cielo a cientos de kilómetros.
Semanas después del avistamiento, dos granjeros de ovejas encontraron grandes objetos de metal en sus campos, por lo que reportaron los hallazgos, los cuales se fueron multiplicado al paso de los días.
Los grajeros que encontraron la basura espacial contactaron a Brad Tucker, de la Universidad Nacional de Australia, quien encontró elementos lo suficientemente grandes como para creer en su veracidad pues presentan quemaduras en su reingreso a la Tierra.
Además, la basura espacial, según dijo Tucker tiene números de serie, que fueron enviados por la Agencia Espacial Australiana, a la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos y a SpaceX, quien no se ha pronunciado al respecto.
“Si es de SpaceX, la primera pregunta es si lo quieren de vuelta”, dijo Tucker a los medios.
Y es que, aunque aún no se confirma a quién pertenece dicha basura espacial, los expertos creen que se trata de un caso raro de desechos espaciales que golpearon la Tierra en lugar de los sitios estimados en el océano.
“Los informes de posible basura espacial se reciben con bastante frecuencia”, dijo Tucker a la prensa. “En la mayoría de los casos resultan ser algo con orígenes más terrenales, o pequeños objetos cuya historia es difícil de determinar con confianza”.