Por primera vez, astrónomos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) han visto cómo la corona de un agujero negro supermasivo desapareció para posteriormente volver a aparecer.
De acuerdo con los científicos, el anillo ultrabrillante de partículas de alta energía de mil millones de grados que rodeaba el agujero negro fue destruido abruptamente, sin una causa clara.
Sin embargo, los investigadores creen que la responsable de dicho suceso pudo haber sido una estrella atrapada en la atracción gravitacional del agujero negro, la cual hizo lo mismo que haría una piedra arrojada a una caja de cambios.
Es decir, se cree que la estrella pudo haber rebotado a través del disco de remolino del agujero negro, haciendo que todo en las proximidades, incluidas las partículas de alta energía de la corona, cayeran repentinamente en el hoyo negro.
El resultado fue una caída precipitada y sorprendente en el brillo del agujero negro en menos de un año, cuando normalmente los cambios de luminosidad de este tamaño pueden llevarse muchos miles a millones de años, por lo que este hecho “es totalmente desconocido y realmente alucinante”, dicen los expertos.
Pero después de la desaparición de la corona, los astrónomos continuaron observando cómo el agujero negro comenzó a juntar lentamente el material de sus bordes exteriores para reformar su disco de acreción giratorio, que a su vez comenzó a girar rayos X de alta energía cerca del horizonte de eventos del agujero negro.
De esta manera, en sólo unos pocos meses, el agujero negro pudo generar una nueva corona, casi con la misma luminosidad original.
Estos importantes hallazgos fueron publicados en Astrophysical Journal Letters. Los expertos creen que esta observación permitirá comprender cómo se calienta y alimenta la corona de un hoyo negro, por lo que continuarán vigilándolo.