El invierno ha llegado para quedarse, por lo menos unos meses, y es importante que, además de protegernos abrigándonos y evitando los cambios bruscos de temperatura, también centremos nuestra atención en nuestras mascotas ante los embates del frío.
Nuestros amigos de cuatro patas y trufa húmeda también sufren los embates del clima, por lo que hay que cuidarlos para prevenir enfermedades propias de la temporada.
Si bien los perros y gatos, las mascotas más comunes, mantienen la mayoría del tiempo su temperatura corporal entre los 36 y 42 grados centígrados, independientemente del clima que les rodee, también hay que tener en cuenta que pueden sufrir de hipotermia.
En el caso de los perros, cuando estos nos son capaces de producir calor en su organismo en clima frío o condiciones extremas pueden padecer hipotermia.
Cuando la temperatura de los canes se encuentra debajo de los 34 grados se pueden presentar calambres, temblores, así como alteraciones en el pulso y respiración, por lo que es recomendable tomar ciertas precauciones.
¿Cómo proteger a mi mejor amigo ante el frío invierno?
- No los dejes a la intemperie: Provéeles un espacio seco y cálido, que los proteja del frío, del agua, viento y lluvia; un lugar donde puedan resguardarse.
- Los perros con pelaje abundante y grueso tienden a tolerar más condiciones extremas de frío, no así los de razas de pelo corto. Revisa que tus animales de compañía tengan las condiciones necesarias para mantener su temperatura corporal.
- Al igual que los seres humanos, en esta época es fundamental la hidratación para cualquier animal. Verifica que siempre puedan acceder a agua corriente; revisa sus lugares de bebida y comida para que no se congelen en caso de frío extremo.
- Si reduces tu actividad física o cambias tus rutinas para evitar las horas de frío más intenso, garantiza la actividad física para tus mascotas dentro de casa. Juega con ellos y permite que tenga a la mano elementos con los que puedan distraerse.
- Si estás en una zona que en esta temporada recibe nevadas constantes y sueles jugar con tus animales en la nieve revisa constantemente las almohadillas de sus patas pues pueden lesionarse.
- Si notas que tus animales de compañía cambian de comportamiento, hacen menos actividad física, no comen o no beben agua, llévalos a un chequeo con tu veterinario.