En México se consumen aproximadamente un millón de pinos naturales para usarlos como árbol de Navidad, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la cual recomienda este tipo de árboles como una opción “amigable con el medio ambiente“.
Sin embargo, tanto los árboles naturales como los artificiales tienen ventajas y desventajas en materia de sustentabilidad, según Curtis Vanderschaaf, profesor forestal de la Universidad Estatal de Mississippi.
En este sentido, todo depende de la forma en que se adquiera, se use y se deseche el árbol de Navidad. En Unotv.com te decimos los consejos del experto para conseguir el más sustentable, ya sea artificial o natural.
¿Cómo elegir un árbol de Navidad natural de manera sustentable?
El primer consejo para adquirir un árbol de Navidad natural que sea sustentable es cuidar de dónde viene y cómo fue transportado, pues si fue sometido a un viaje largo, el transporte es una fuente importante de gases de efecto invernadero.
“Es un viaje largo y el transporte es una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, en un camión con varios cientos de árboles, las emisiones de transporte de cada árbol individual son bastante menores”.
Prof. Curtis Vanderschaaf, Universidad Estatal de Mississippi.
En este sentido, hay que buscar consumir pinos cultivados localmente. En el caso de México, la SEMARNAT informa que el 55% de los ejemplares naturales que se usan como árbol de Navidad provienen de Estados Unidos.
Además de corregir este problema, el especialista recomienda buscar viveros locales que protejan sus suelos de la erosión y minimicen el daño a las aguas superficiales y subterráneas por el uso de fertilizantes o pesticidas.
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Pero… ¿talar un árbol no es malo por sí mismo?
Los árboles extraen dióxido de carbono del aire y los mantiene fuera de la atmósfera, reduciendo el efecto invernadero. Al talarlo, este proceso se detiene y el árbol comienza a descomponerse, liberando el CO2 nuevamente.
Sin embargo, “las raíces del árbol seguirán almacenando carbono durante algún tiempo y, por lo general, se plantan nuevos árboles para continuar el ciclo”, según dice el profesor Vanderschaaf.
En realidad, el problema está en el uso y desecho del pino
Un factor importante para que un árbol de Navidad natural sea sustentable es la forma en que se deseche. El profesor Curtis Vanderschaaf recomienda reciclarlo en lugar de llevarlo a vertederos.
“Las condiciones anaeróbicas y la descomposición en vertederos, darán como resultado la liberación de gas metano, que es más potente que el dióxido de carbono para calentar la atmósfera”, dice el experto.
¿Cómo reciclar un árbol de Navidad natural?
Se puede reciclar un árbol de Navidad natural buscando comunidades o minoristas que lo trituren para crear mantillo que se use en establos para animales. Asimismo, el especialista recomienda el compostaje.
“Los árboles se pueden utilizar como barrera contra la erosión de la arena o el suelo o como hábitat para peces en lagos.Incluso se pueden donar enteros a zoológicos, donde los árboles brindan entretenimiento a los animales mientras eventualmente se descomponen fuera de un vertedero. Algunas personas incluso alimentan a las cabras con árboles”.
Prof. Curtis Vanderschaaf, Universidad Estatal de Mississippi.
También se puede cortar el árbol en pedazos más pequeños y dejar que se pudra al aire libre, colocándolo en un lugar apartado de su jardín. “Proporcionará un hogar temporal para muchos insectos, aves y vida silvestre“, señala.
¿Cómo conseguir un árbol de Navidad artificial y sustentable a la vez?
Aunque un árbol de Navidad artificial está pensado para usarse más de una vez, esta opción también tiene sus pros y contras, dependiendo de su uso y la manera en que se deseche.
“Los árboles artificiales pueden durar años y casi no requieren mantenimiento. Sin embargo, son en su mayoría un producto a base de petróleo y, cuando se tira uno, puede tardar cientos de años en descomponerse”, según el profesor Vanderschaaf.
La clave está en reutilizarlo lo más que se pueda
Reutilizar un árbol artificial por años evita el impacto de carbono de producir, empaquetar y enviar uno nuevo. Cabe destacar que muchos de estos están pensados para durar hasta 30 años sin necesidad de desecharlos.
Para que pueda perdurar por más tiempo, es fundamental tener cuidado al montarlo y almacenarlo. Y en caso de que se rompa, el profesor llama a buscar piezas de repuesto, en lugar de reemplazarlo por completo.
Finalmente, si una familia decide cambiar su árbol de Navidad artificial, se recomienda revenderlo o donarlo a una asociación benéfica, una tienda de segunda mano o un asilo de ancianos para que otros puedan seguir usándolo.
Cuida de dónde viene y cómo está hecho tu árbol de Navidad
Tal como en el caso del árbol de Navidad natural, Curtis Vanderschaaf aconseja que no venga de China, país productor del 80% de estos ejemplares. Entre más cerca esté fabricado, menos emisiones de CO2 conllevará su transporte.
También se recomienda buscar fabricantes que usen materiales reciclados o recurrir a árboles más cortos, con menos follaje, pues requerirán de menos plástico, reduciendo su huella de carbono.
“También puedes ser creativo y reutilizar las viejas ramas de los árboles para convertirlas en coronas decorativas, guirnaldas o árboles de juguete para un juego de trenes de hobby”, remata el especialista de Mississippi.
El profesor Vanderschaff concluye su investigación diciendo que, ya sea un árbol natural o artificial, su huella de carbono es superficial considerando los viajes por vacaciones, las envolturas y el plástico que se desecha por los regalos.
