La pandemia, además de afectar físicamente a millones de personas, también trajo consecuencias para la salud mental de la población, pues los trastornos de ansiedad, en algunos casos por estrés postraumático, aumentaron notablemente.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha informado, por ejemplo, que en México aumentaron los casos de derechohabientes con trastornos de ansiedad y estrés a causa de la pandemia del COVID-19.
Los trastornos mentales que más se han presentado son los de ansiedad, en particular de tipo generalizada (la persona está preocupada todo el tiempo), pánico y fobias sociales.
Además, se han incrementado los trastornos afectivos y los relacionados con situaciones estresantes, en particular estrés postraumático, detalla la institución en un comunicado.
Las características de estos trastornos son los siguientes:
- Irritabilidad
- Cambios de humor frecuentes
- Insomnio o tener mucho sueño
- Fatiga
- Dejar de comer o hacerlo en exceso
¿Qué desata el estrés postraumático?
El estrés postraumático es considerado un trastorno de ansiedad que se desata derivado de un acontecimiento abrumador y, como su nombre lo señala, traumático.
La Dirección General de Servicios Médicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que la mayoría de las veces los eventos traumáticos son inesperados e incontrolables, por lo que la sensación de seguridad disminuye provocando reacciones de vulnerabilidad.
Entre las situaciones que pueden desatar el estrés postraumático se encuentran
- La pandemia
- Accidentes graves
- Desastres naturales
- Asaltos
- Abusos físicos
- Secuestros
- Guerras
¿Cómo se puede tratar el estrés postraumático?
Entre los principales tratamientos para tratar el estrés postraumático está la terapia de conversación o psicoterapia que puede ir acompañada, en algunos casos, con medicamentos como antidepresivos.
Lo recomendable es que si se presenta alguno o varios de los síntomas descritos se busque, inmediatamente, ayuda de un especialista.