En España, un consumidor reclamó que compró un trozo de carne empaquetado de 264 gramos en el supermercado y cuando llegó a su casa, la báscula marcaba 209 gramos. Es por eso que un experto en Ciencia y Tecnología de Alimentos aclaró porque algunos productos, como las frutas y verduras, pueden pesar más en la balanza del hogar.
De acuerdo con el Dr. Miguel Ángel Lurueña, la diferencia de pesos en alimentos, tales como frutas y verduras, además de los productos enlatados, no tiene que ver con intenciones maliciosas de las marcas o los supermercados, sino con una deficiencia tecnológica o con el proceso de envasado.
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¿Por qué los alimentos pesan menos en casa que en el supermercado?
A través de un hilo de Twitter, el especialista en Ciencia y Tecnología de Alimentos explica que el proceso de envasado puede modificar levemente el peso del producto al provocarle pérdidas de agua o de humedad, y, aunque el peso especificado debería ser el que registra el producto tras ser envasado, estas pérdidas son imperceptibles.
Sin embargo, el especialista reconoce que en ocasiones las diferencias pueden ser hasta de 55 gramos entre el supermercado y la casa, una distancia que “sigue siendo excesiva”, lo que está regulado por las autoridades de cada país, aunque en el caso de las frutas y verduras las diferencias se deben a otro factor relacionado con la tecnología.
¿Qué pasa en el caso de las frutas y verduras?
Otro factor importante que hay que tener en cuenta en este asunto de los pesos, sobre todo en el caso de productos no enlatados como frutas y verduras, es que las básculas no son completamente precisas y se descalibran con el tiempo, por lo que la diferencia de gramos entre una y otra puede ser consecuencia de esa falta de precisión.
A pesar de esta posible explicación, Lurueña subraya que es difícil que una balanza de un supermercado funcione mal, porque se revisan periódicamente y se calibran de forma industrial, pero sí es posible que una báscula doméstica sea imprecisa, pues generalmente no son sometidas a este proceso.
“Es poco probable que la balanza industrial funcionara mal. Esto es más fácil que pase en una balanza doméstica, que no se somete a calibraciones periódicas”
Dr. Miguel Ángel Lurueña
¿Por qué se descalibran las básculas?
De acuerdo con la empresa productora de básculas, SIPAC, estos instrumentos van perdiendo la exactitud del pesaje con el uso a lo largo del tiempo. Las veces que se usan, el exceso de la capacidad limitada, son otros factores que pueden influir. “De ahí que sea necesario calibrarlos varias veces durante su vida útil”, dice la compañía.
La calibración de balanzas o básculas es fundamental para conseguir resultados de pesaje precisos. Si se ignorase esta importante actividad de mantenimiento, las mediciones se transformarían en un proceso de especulaciones, y es por eso que el peso de alimentos como frutas y verduras no coincide en los aparatos del hogar y del supermercado.
¿Cómo se evitan fraudes en el peso de alimentos, frutas y verduras?
De acuerdo con el Dr. Miguel Ángel Lurueña, en el pasado era común que se presentaran errores con respecto al peso de alimentos en las básculas industriales, sobre todo porque el valor de un kilogramo tenía como referencia la masa de un cilindro construido en platino-iridio, lo que se definía como un proceso poco rudimentario y “poco universal”.
Por esa razón, se definió un patrón universal que se mantuviera invariable a lo largo del tiempo, por lo que ahora la definición de kilogramo se basa en la constante de Planck ((6.62607015×10−34 kg⋅m²⋅s−1), una constante de la física cuántica. De esta forma, un kilo siempre es un kilo en cualquier báscula de cualquier parte del mundo y así se evitan variaciones fraudulentas.