Este 15 de noviembre habrá 8 mil millones de personas en la Tierra, de acuerdo con las proyecciones oficiales de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), lo que abre la discusión sobre si son demasiadas; “No necesariamente”, responden los expertos que alertan por el excesivo consumo de los recursos en el lado más rico del planeta.
La población mundial, que tardó hasta 1800 en alcanzar los mil millones y que hace 100 años no llegaba todavía a los 2 mil millones, sigue alcanzando hitos a gran velocidad.
El mundo apenas necesitó 12 años para pasar de 7 mil a 8 mil millones, pero el incremento demográfico está ralentizándose con claridad desde hace décadas: la tasa de crecimiento anual tocó techo en 1964, cuando llegó al 2.2%, y no ha dejado de reducirse hasta situarse por debajo del 1%.
“8 mil millones de personas es un hito capital para la humanidad”, dice la jefa del Fondo de Naciones para la Población, la panameña Natalia Kanem, que se alegra del aumento de la esperanza de vida y de la caída de la mortalidad infantil y materna.
“Sin embargo, me doy cuenta de que no todo el mundo lo celebra. Algunos están preocupados por la sobrepoblación, con demasiadas personas y recursos insuficientes para vivir“, agrega antes de instar a no tener “miedo” de la cantidad.
¿Somos demasiados en el planeta?
Los expertos señalan que preguntar si 8 mil millones de personas en la Tierra son muchos no es la pregunta adecuada, sino que prefieren hacer hincapié en el consumo excesivo de los recursos por los países desarrollados.
“¿Demasiado para quién? ¿Para usted? ¿Para qué? Si me pregunta si es demasiado, no lo creo“, responde Joel Cohen, de la Universidad Rockeffeler en Nueva York.
“Creo que la pregunta sobre la cantidad de personas que la Tierra puede aguantar es una pregunta con dos caras: las restricciones o los límites naturales y las decisiones que toman los humanos“.
Esas decisiones hacen que consumamos muchos más recursos biológicos (bosques, peces, tierras…) de lo que el planeta Tierra puede regenerar cada año, y el excesivo consumo de energías fósiles, que generan cada vez más emisiones de CO2 responsables del calentamiento global.
Una Tierra insuficiente para 8 mil millones de personas
En cuanto a los recursos, se necesitarán 1.75 tierras para satisfacer las necesidades de la población de manera sostenible, según las ONG Global Footprint Network y el WWF.
En el caso del clima, el último informe de los expertos del clima de la ONU (Giec) señala que el crecimiento de la población es uno de los motores mayores del alza de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero menos que el crecimiento económico.
“A menudo, somos estúpidos. Nos ha faltado visión. Somos glotones. Es ahí donde radica el problema y las decisiones”, dice Joel Cohen, que insta no obstante, a que no consideremos la humanidad como una “plaga”.
“Nuestro impacto en el planeta está determinado más por nuestro comportamiento que por la cantidad” de gente, dice por su parte Jennifer Sciubba, investigadora del centro de análisis Wilson Center.
“Es cómodo y perjudicial seguir culpando a la sobrepoblación” en lugar de cambiar el comportamiento de los países ricos.
Si todo el mundo viviera como un habitante de India, la humanidad solo necesitaría 0.8 planetas cada año, frente a los más de 5 planetas para un habitante de Estados Unidos, según el Global Footprint Network y el WWF.
¿Se debe controlar el crecimiento de la población?
Pero los 8 mil millones de seres humanos ya están aquí y la población va a seguir creciendo, a 9 mil 700 millones en 2050, según la ONU.
La ONG Population Matters (La Población importa) insta a una reducción de la población mundial, pero “únicamente por medios positivos, voluntarios y con respeto a los derechos”, explica su director Robin Maynard, que se opone a cualquier “política de control” de la natalidad impuesta por el estado.
El Proyecto Drawdown apuesta por la educación y la planificación familiar, entre las 100 soluciones que propone para frenar el calentamiento. “A nivel mundial, una población menor con niveles de un consumo sostenible permitiría reducir la demanda energética, de transportes, materiales, alimentos y recursos naturales”, asegura.
Y es que “cada persona nacida (…) genera un estrés adicional al planeta“, dice por su parte Vanessa Pérez, analista del World Resources Institute.
“Somos demasiados desde hace tiempo“, pero “es un asunto muy espinoso”, reconoce, aunque no quiere que las “élites se apropien del relato para pedir un tope del crecimiento demográfico en los países del Sur”.
Prefiere que el relato se centre en la “equidad” y la “distribución” de los recursos, en particular, en el acceso a los alimentos.
Aunque matemáticamente se producen alimentos para 8 mil millones de personas, “800 millones, una de cada diez, sufren una malnutrición crónica”, dice Joel Cohen.
“El concepto de ‘demasiado numerosos’ es una distracción de los verdaderos problemas relacionados con el bienestar de la especie humana y de las especies con las que compartimos el planeta”, concluye el experto.