Una nave Soyuz con tres astronautas a bordo, una estadounidense y dos rusos, llegó a la Estación Espacial Internacional (EEI) en tiempo récord: 3 horas y 3 minutos después del despegue.
Los cosmonautas rusos Serguéi Ryjikov y Serguéi Kud-Svershkov y la astronauta estadounidense Kathleen Rubins partieron del cosmódromo ruso de Baikonur en Kazajistán a las 05h45 GMT, llegando tres horas más tarde a la EEI, a 408 kilómetros de la Tierra.
“3 horas y 3 minutos”, escribió en Twitter el responsable de Roskosmos, Dimitri Rogozin, para celebrar esta nueva marca. La nave llegó a la estación cuatro minutos antes de la hora prevista.
El cohete ruso Soyuz MS-17 se “acopló” por la mañana a la Estación Espacial, indicó la agencia espacial rusa Roskosmos en un comunicado. “Se ha establecido un nuevo récord, agregó. Con este récord, se redujo a la mitad el tiempo de los vuelos tripulados hacia la EEI, que antes tardaban como mínimo seis horas.
El viaje ha sido posible gracias a un nuevo sistema de guiado de los cohetes Soyuz, que permite aproximarse a la Estación en solo dos órbitas, contra las tres que hacían falta antes.
Este sistema fue probado ya en abril de 2019 con una nave Progress que realiza el abastecimiento de material para la Estación Espacial.
Sobre los astronautas y la misión
La astronauta y los dos cosmonautas rusos se unen a los tres ocupantes actuales de la EEI: Chris Cassidy de la NASA y Anatoli Ivanishín e Ivan Vagner de la Agencia Espacial rusa Roskosmos. Estos últimos tienen previsto regresar a la Tierra el 22 de octubre.
El despegue de esta nave rusa hacia la Estación Espacial es el primero desde que el pasado 30 de mayo el cohete estadounidense SpaceX rompiera nueve años de monopolio ruso en los viajes a la EEI, logrando despegar desde el Centro Espacial John F. Kennedy (Florida).
La EEI sigue siendo sin embargo uno de los escasos ejemplos de cooperación entre rusos y occidentales. Los astronautas de ambos países han resaltado la capacidad que tienen los viajes espaciales para unir a naciones rivales por una causa común.
A pesar de esta cooperación, el jefe de Roskosmos Dimitri Rogozin anunció esta semana que Rusia no participará en la futura estación que los Estados Unidos quieren hacer orbitar alrededor de la Luna, y que prevén ensamblar a partir de 2023.