De formas suaves y con unas manos rígidas, luego de cinco décadas trabajando entre los hervores y menús de distintas cocinas, don Chon se ha convertido en el cocinero más célebre del barrio de La Merced, en la CDMX.
Este hombre tiene fama de haber preparado filetes de león, caldillos de boas constrictoras, gusanos de maguey, faisanes en mole y hasta ceviches de avestruz, a cientos de paladares excéntricos.
Entre los comensales que han llegado a saciar sus antojos al pequeño restaurante, que lleva el nombre que lo hizo famoso, se cuentan varios expresidentes mexicanos, un emperador chino, reconocidos cantantes, diplomáticos, periodistas, jornaleros, comensales perdidos y todo aquel que llegara a la calle Regina del Centro Histórico, en busca de sus manjares irrepetibles.
Hoy, con 76 años, un marcapasos que no le ha permitido conocer el mundo y un costal lleno de recuerdos tristes de su infancia, cuenta los días para dejar de trabajar como cocinero e incursionar en la política como diputado suplente en un municipio del Estado de México.
"Nunca es tarde para empezar una nueva vida", asegura, sonriendo levemente mientras saca del fondo de una olla un chamorro adobado de jabalí.