Una escapada de fin de semana a uno de los diferentes Pueblos Mágicos para festejar a los pequeños del hogar el Día del Niño se convertirá en un viaje único y de aventura que seguramente toda la familia no olvidará.
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Huasca de Ocampo
A 50 minutos de la Ciudad de México, ubicado en Pachuca, Hidalgo, se encuentran los Prismas Basálticos, columnas de piedra que se formaron por el enfriamiento de lava, se pueden explorar desde un puente colgante a 40 metros de altura, o recorrerse desde abajo donde existen algunas cascadas a su paso. Además, existe el Museo de los Duendes, en el que podrán escuchar historias sobre seres mitológicos.
Bacalar
En el hermoso estado de Quintana Roo encontramos este lugar donde se practica esnórquel, buceo, paseo en lancha o nado en su laguna de siete colores, además de las cavernas subacúaticas del Cenote Azul y las zonas arqueológicas mayas que la rodean.
Creel
Otro Pueblo Mágico al que se podría viajar para festejar a los consentidos de casa es el pueblo de Creel, en la Sierra Tarahumara, considerado uno de los lugares más divertidos para los niños, pues cuenta con el Parque de Aventura Barrancas del Cobre, que se puede explorar desde su teleférico o mediante su sistema de tirolesas, donde "vuelas" por los aires a 400 metros de altura.
Loreto
Si a los niños lo que les interesa es la vida marina, este pueblo ubicado a 300 kilómetros al norte de La Paz, Baja California Sur, posee numerosos atractivos naturales y culturales, como la vista de ballenas grises que llegan a las aguas tibias del Mar de Cortés para reproducirse y pasar el invierno.
Mapimí
Otra sugerencia más es Mapimí, en el poblado llamado Ojuela, en el estado de Durango, que se ubica a la orilla de una barranca profunda y donde se puede atravesar su puente colgante de más de 300 metros de largo.
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