El gigante nipón del automóvil, Toyota Motor, quiere dejar de producir coches que funcionan solo con combustibles fósiles para 2050, fecha para la cual espera vender sólo vehículos híbridos, eléctricos o de hidrógeno, según ha detallado la compañía.
Esto supondría reducir las emisiones de dióxido de carbono de sus vehículos nuevos en un 90% con respecto al volumen que los coches Toyota recién salidos de fábrica emitían en 2010.
El ambicioso plan de la compañía con sede en Aichi (centro de Japón) podría tener un peso importante en el destino del sector -aún muy dependiente de la gasolina y el diésel- en un momento marcado por el escándalo de manipulación de emisiones del grupo Volkswagen, el mayor fabricante mundial junto a Toyota.
Toyota explicó en un documento, en el que recoge su plan de reducción de emisiones para los próximos cinco años y su "desafío medioambiental para 2050", que espera aumentar hasta 30 mil unidades sus ventas anuales de vehículos de hidrógeno, los cuales solo emiten vapor de agua. También quiere comenzar a vender ese mismo año autobuses de hidrógeno en Tokio, ciudad en la que espera comercializar unos 100 al año para 2020.