El gobierno de Cuauhtémoc Blanco "fabricó" una estructura burocrática para que su representante José Manuel Sanz y su equipo de trabajo pudieran obtener recursos del erario público.
Pero no fue algo sencillo, pues simularon gastos "fantasma" para poder justificar sus cobros y así no quedarse fuera de la nómina los primeros días, previo a ser dados de alta en la nueva secretaría técnica.
Mientras tanto, proyectos de planeación urbana en Cuernavaca no pudieron obtener los recursos necesarios, pues siempre les eran negados.