Tianguis de San Felipe, 40 años de ilegalidad

Los años no han pasado en vano para el tianguis de San Felipe. Han transcurrido cuatro décadas desde que se colocó el primer puesto que vendía tornillos y a partir de ese momento, ha crecido sin supervisión. 

En plena madurez no hay quien pueda "enderezarlo". A lo largo de sus siete kilómetros se venden medicinas falsas, caducas y antibióticos sin receta. Incluso hay algunas para enfermedades crónicas que sólo se consiguen "bajo pedido".

Quien las vende parece experto. Basta con preguntarle para que, en medio de productos de belleza e higiene, aparezca fármacos que deberían estar en un estante, controlados y a temperatura especial. 

- ¿Tienes ketorolaco?, es para el dolor 

- Aquí tengo, mira lo tengo así normal o lo tengo sublingual, responde uno de los comerciantes.

En un recorrido con cámara oculta, UNO TV comprobó que en la calle Villa de Ayala en la delegación Gustavo A. Madero, por cada puesto que vende mercancía legal, hay otros cuatro que ofrecen productos de dudosa procedencia. Hay ropa de paca, tenis pirata, cosméticos falsos y  bolsas de imitación.

Entre puesto y puesto, hay venta de alcohol. Las llamadas chelerías son atendidas por menores de edad. Pero además existen locales que  ofrecen botellas de bebidas alcohólicas de lujo. Uno de los vendedores dice orgulloso "Ayer vendí una botella de 17 mil pesos. ¿Tú crees que alguien va a pagar eso si no es original? Le vendemos hasta a diputados en la Cámara, imagínate que no fuera, me levantan a los ocho días....".

En medio de tanta ilegalidad, la presencia de policías de la Ciudad de México es casi invisible. Los pocos elementos que vigilan la zona sólo se limitan a observar no buscan el cumplimento de ninguna ley.

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