A pesar de que provienen de lugares distintos, las historias de Carlos y Andrés solían seguir el mismo camino. Mientras que Carlos creció en Tlalnepantla de Baz, Estado de México, Andrés lo hizo en Tijuana, Baja California, pero ambos estuvieron inmersos en ambientes donde las drogas y la violencia eran algo cotidiano. Desde los 13 años tuvieron su primer contacto con el alcohol y la marihuana, estuvieron involucrados en peleas callejeras y problemas que, aseguran, son comunes en el barrio.
Afortunadamente, sus historias tuvieron también el mismo desenlace: encontraron en el deporte una salida. Su acercamiento a las artes marciales mixtas fue motivado más por la necesidad de defenderse que por interés deportivo, pero hoy, la lucha ha transformado sus vidas.
Tras probar distintas disciplinas, fue la Luta Livre de origen brasileño el arte marcial que los impulsó a entrenar de manera profesional. Bajo la tutela del entrenador Usiel Martínez, quien se ha convertido en su principal promotor, han conseguido el apoyo del gimnasio "Zona Fitness" para prepararse y dominar las técnicas de sumisión que caracterizan este deporte.
Ahora, su principal objetivo es llegar en buenas condiciones a sus primeras peleas profesionales, que en el caso de Andrés, será a finales del mes de julio.