Un taxi rosa y blanco con cientos de juguetes colgados en su interior circula por las avenidas de Ecatepec, Estado de México. Ante lo extraño que resulta, provoca las miradas de los transeúntes; quién lo conduce es una mujer que saluda por la ventana y después hace pitar el claxon.
- Elizabeth Méndez va al volante, casi camuflada por su vestimenta tan colorida como su taxi. A su paso, los niños le sonríen y otros le gritan: ¡Tesorito, adiós Tesorito!
El seudónimo se debe a que en sus ratos libres junto a sus compañeros de base interpretaba canciones de la cantante Laura León, como aquella que dice: "Voy a cantar suavecito, suavecito, suavecito".
Su taxi se llama "Lulú", lo decoró con más de 3 mil 700 juguetes que le han regalado sus clientes. Cada uno con un significado especial para ella. Cuenta Elizabeth que el día en que los sacó de su auto fue asaltada con violencia y es por eso que se siente protegida cuando sale a trabajar con ellos.
Ser una mujer taxista en Ecatepec es un acto de valentía, implica manejar en el municipio con el primer lugar en robo de vehículo, de acuerdo con el Observatorio Nacional Ciudadano; también el primero con el mayor número de feminicidios, según un estudio coordinado por la Secretaría de Gobernación y ONU Mujeres en 2014.
Pese a las dificultades, Elizabeth circula por la vida con un solo objetivo, proveer de todo lo necesario a sus hijos y a su madre, con la mejor sonrisa para sus clientes y, por su puesto, con todo el estilo que la caracteriza.