Elimina el susto y el empacho con la "curandera Marisa"

Es un santuario de curación en plena Ciudad de México, basta con llegar a la calle Gabino Barrera número 103 de la colonia San Rafael, entrar y encontrar un temazcal.

El olor a rosas se percibe desde la entrada, no es un spa, su dueña Marisa Coronado es la curandera de la colonia y lleva más de cinco décadas ofreciendo alivio a sus pacientes, igual cura un empacho que truena las anginas.

Siempre nos decían tráeme un huevo y ya nosotros ya sabíamos que el huevo servía para curar, desde chiquita ya estaba familiarizada con la cura de empacho y de susto. Marisa Coronado, curandera

La primera vez que utilizó sus dotes de curación fue a los siete años y aprendió de su familia que es originaria de Veracruz.

Mi primer curación fue una tronada de angina y la mamá de la niña fue la que me dijo que yo podía curar a su hija pues yo veía a mi mamá todo el tiempo hacerlo y como en mi casa ya tenía todo lo que necesitaba pues me anime a realizarlo. 

Sin embargo, su especialidad es curar de espanto, este mal tiene su origen en una creencia popular.

  • Cuántas veces te volteas y dices ¡ay! me asustaste, en ese momento viene una contracción porque se te escapa tu espíritu, tu alma...

Entonces, hay que arrojar alcohol con fuerza al cuello del afectado, ahí en nuestra zona cervical tenemos el nacimiento del sistema nervioso, entonces al recibir el impacto, regresa el alma al cuerpo y liberas todas las emociones.

En este espacio las mujeres que recién tuvieron un bebé tiene atención especial, a ellas les hace el llamado cierre de caderas.

Marisa asegura que no es ninguna improvisada, ha tratado de convertir su espacio en un santuario, los precios son accesibles además, la curandera de la colonia San Rafael forma parte de un programa de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, Sederec, que promueve la conservación y la práctica de los conocimientos de los pueblos indígenas en materia de salud.

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