Llegó el día más especial en la vida de Litzy: sus XV años. Con su vestido rosa fosforescente acudió junto a sus amigas y chambelanes al Ángel de la Independencia para una glamorosa sesión de fotos, que a sus padres no les costó menos de 4 mil pesos.
Posteriormente, la esperaba un paseo por la ciudad asomada por el quemacocos de la limusina Hummer que, con esfuerzo, su familia rentó en 6 mil pesos en la calle de República de Chile en el Centro Histórico de la CDMX, conocida como el paraíso de las quinceañeras.
En esa misma calle trabaja el señor Jorge Morales, quien desde hace 23 años se dedica a la organización de eventos de XV años, bodas y fiestas de todo tipo.
Morales reconoce que pese a la disminución de las bodas, los XV años continúan siendo un buen negocio. Ya no son los mismos vestidos en colores pastel, ni los mismos bailes melosos de hace algunos años, incluso hay quinceañeras que prefieren celebrar en antros VIP, pero los XV se mantienen vigentes y evolucionan.
Para organizar una fiesta, Morales recomienda hacerlo con meses de anticipación, no sólo para cuidar cada detalle, sino también para poder solventar los costos, pues entre la misa, los arreglos florales, el salón, vestido, recuerdos y demás aditamentos, como mínimo calcula un gasto de 60 mil pesos.