En la sala de la funeraria cada día de muertos se coloca una ofrenda para conmemorar a los amigos que partieron. Sobre la mesa lucen las fotos de "Carlota", "Margarito", "Canelo", "Toby" y "Muñeca" este año una foto más engalana el altar la de "Canito".
"Canito" era un perro dachshund (perro salchicha) de 13 años de edad que fue más que una mascota para su dueño Jesús Irving, con él compatió gran parte de su infancia y su juventud, juntos acudían a la oficina, se acompañaban en la comida y salían de viaje. Hace algunos meses "Canito" fue atropellado y, aunque sobrevivió al percance, después de un tiempo perdió la batalla, su dueño quiso darle una despedida digna así que decidió cremarlo.
En la Ciudad de México existen pocas opciones para realizar un funeral para una mascota, una de ellas es "Pets Memorial", una empresa al norte de la capital, en donde se pueden realizar cremaciones individuales y comunitarias con un costo que va de los 900 a los 3 mil pesos dependiendo del tamaño de la mascota y del tipo de servicio. Ellos se encargan de todo el proceso, desde irlo a traer al lugar del deceso, hasta entregarles una urna a los dueños con el nombre grabado de su mascota. El servicio se puede realizar con perros, gatos, hurones, cerdos o cualquier animal de compañía.
Las cenizas de "Canito" serán esparcidas en la playa, el lugar donde al lado de su dueño compartieron los mejores momentos.