La misión Mars Science Laboratory (MSL) de la agencia espacial de Estados Unidos (NASA), con el robot Curiosity como protagonista, continuará buscando indicios de vida pasada en Marte, hasta 2018.
Esta información fue dada a conocer por el investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM y colaborador de la NASA, Rafael Navarro González, quién además participó en el diseño de este androide.
Se llama Sistema de Análisis de Muestras de Marte (SAM, por sus siglas en inglés); entre sus dispositivos, el autómata lleva consigo un equipo de análisis químico muy eficiente y portátil, que toma muestras y las analiza ahí mismo, para enviar a la Tierra sólo los resultados.
Junto con su colega estadounidense Paul Mahaffy, de la NASA, el universitario ideó en 2004 el dispositivo que ya ha enviado varios resultados de su análisis de rocas. Se espera obtener el próximo de las laderas de la montaña Sharp, una parte elevada de la superficie marciana.
"Curiosity pesa una tonelada y el complejo de instrumentos SAM unos 40 kilogramos. Contiene un horno, un sistema para manipular las muestras y los gases in situ, un espectrómetro de masas y un cromatógrafo de gases. Es un equipo hecho con material ligero, con el consumo de energía controlado, pues el robot, que tiene pilas recargables, gasta energía al moverse". Rafael Navarro González.
Curiosity toma muestras de roca y arcilla durante el día, y el SAM realiza los análisis de noche para aprovechar la energía. Sólo se estudia una cantidad controlada de muestras, lo que es más interesante para los científicos.