El presidente de Argentina, Mauricio Macri, realizó este viernes un acto cargado de tensión que tuvo que ser acotado ante los insultos que recibía y que fue precedido por una represión contra manifestantes.
Macri y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, acudieron a un barrio de la ciudad de Mar del Plata para anunciar obras de infraestructura; el discurso duró cinco minutos, ya que los manifestantes insultaban al presidente por sus declaraciones sobre los crímenes cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983).
Algunos de los manifestantes lanzaron piedras pero fueron rápidamente controlados por la policía; además miembros de la organización social "Votamos Luchar" fueron reprimidos con balas de goma y gases lacrimógenos para evitar que se acercaran al presidente.
Polémica:
Macri reavivó el debate sobre el régimen militar al calificar el terrorismo de Estado como "una guerra sucia", negarse a precisar un número de desaparecidos e insultar a la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.