El Papa Francisco rezó este domingo junto a una multitud por la conversión de los "violentos cegados de odio", al referirse al atentado del viernes por la noche en Daca, la capital de Bangladesh.
Asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apostólico del Vaticano, tras dirigir su oración del mediodía con el Angelus, el Papa expresó su cercanía a los familiares de las víctimas y los heridos en el ataque.
"Recemos juntos. Rezamos juntos por ellos, por los difuntos y pidamos al señor de convertir el corazón de los violentos cegados de odio", señaló hablando en italiano, antes de recitar en voz alta un Ave María al cual se sumaron varios miles de personas, congregadas en la Plaza de San Pedro.
El líder católico también expresó su consternación por otro atentado terrorista perpetrado la madrugada de este domingo en un zona comercial del centro de Bagdad, capital de Irak, que dejó al menos 80 muertos y más de 170 heridos.
Ya la víspera el sábado, Jorge Mario Bergoglio se había manifestado "profundamente entristecido" por la "violencia sin sentido" ejecutada contra víctimas inocentes, en un telegrama emitido desde el Vaticano con motivo del ataque de Daca.