El presidente de Brasil, Michel Temer, negó este jueves que vaya a dimitir y, con un visible tono de ira, rechazó haber cometido cualquier irregularidad, en un primer pronunciamiento tras la revelación de que habría participado en una trama corrupta.
"No renunciaré, sé lo que hice y sé la corrección de mis actos. Exijo una investigación plena y muy rápida": Michel Temer
Temer, cuyo Gobierno está más debilitado que nunca tras el anuncio de varios ministros de que abandonará el Ejecutivo si no sale del poder, justificó su permanencia por el avance de la economía, que según él está saliendo de la recesión.
El presidente, cuya investigación por obstrucción a la Justicia fue autorizada este jueves por el Supremo Tribunal Federal (STF), pidió una investigación rápida y exigió acceso a las grabaciones realizadas, según él, "clandestinamente" cuando conversaba en marzo con Batista, dueño de la mayor exportadora de carne del mundo.
El contexto
El escándalo surgió luego de que salieran a la luz una grabación donde presuntamente Temer da aval a un empresario para el pago de sobornos para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha y de su operador monetario, en el marco de la operación "Lava Jato", que investiga una red de sobornos para obtener contratos en la estatal Petrobras.
- Eduardo Cunha y su operador monetario se encuentran actualmente en prisión.
Esa grabación habría sido entregada a la justicia, como parte de la declaración premiada del empresario Joesley Batista, dueño de la mayor empresa cárnica del mundo, JBS.
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