Johanna Watkins es una joven estadounidense de 29 años y su organismo es alérgico a un sinfín de cosas, incluida la presencia de su marido.
Su condición se conoce como síndrome de activación mastocitaria, lo que provoca que su organismo produzca un exceso de sustancias químicas responsables de controlar las reacciones alérgicas.
El caso de Johanna es severamente extraño, tiene que encerrarse en un cuarto para limitar las reacciones alérgicas que ponen en riesgo su vida, incluso no puede ir al hospital porque su estado empeora. En su habitación solo entran algunas personas que deben evitar ingerir ciertos alimentos, higienizarse con un jabón sin perfume y vestirse una vez que están dentro del cuarto con ropa que nunca ha salido de allí.
Su marido, Scott, solo puede mantener contacto con ella a través de Skype, pues Johanna empieza a toser cuando él se acerca hasta el punto de casi no poder respirar. Lo único que ella puede consumir es: cordero con pepinos y un tipo de carne vacuna acompañada de zanahorias y apio.
La joven pronto dejó de reaccionar bien con el tratamiento por no tolerar la fórmula del fármaco, la medicación que toma ahora está preparada especialmente para ella.
"No hay un atajo⬦ depende de la decisión de Johanna⬦ porque como su organismo reacciona a casi todo, probar algo nuevo también tiene el potencial de hacerla sentir peor". Lawrence Affrin, médico de Johanna a la BBC
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