Tanta belleza que nadie quería perdérselo en el sudeste asiático. Los privilegiados del planeta han podido ver en toda su plenitud el único eclipse total del 2016.
El día ha dado paso a la noche porque la Luna se ha interpuesto entre el Sol y la Tierra. Y el astro rey ha sufrido un mordisco, primero pequeño... pero cada vez mayor.
La cara brillante del Sol quedaba bloqueada, el resultado: un anillo de llamas detrás de la luna.
Un placer para la vista que ha durado desde 90 segundos hasta 4 minutos dependiendo de la zona de Asia.
Cantando han celebrado el eclipse en La India y la Nasa ha aprovechado el fenómeno astronómico para estudiar la física del sol. MUSICA. Una oportunidad para la ciencia de analizar la corona solar, ese lugar lleno de misterios como estas nubes explosivas. En 2017 verán la misma belleza en Europa y América.