No hay pruebas de que la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, quien fue suspenda del cargo en mayo pasado, tuviera que ver en las maniobras fiscales de las que se le acusa y por las que se aperturó el juicio destituyente que se lleva a cabo contra la mandataria en el Senado de su país, según un informe de 223 páginas elaborado por técnicos de la Cámara alta brasileña.
Dicho informe, fue realizado a petición de la parte que defiende a Rousseff, quien es muy cercana al expresidente Lula da Silva. Explica que la gobernante fue responsable de la emisión de una serie de decretos que alteraban los presupuestos sin la pertinente autorización del Congreso.
Sin embargo, el Senado, según su informe, no encontró pruebas de que Rousseff participara en los atrasos en el pago de créditos a la banca pública, es decir, en la maniobras fiscales, así calificadas por la oposición.
Sustituyeron a Rousseff en mayo
Tras una sesión que duró 21 horas, el Senado brasileño aprobó el proceso de destitución o "impeachment" contra la presidenta Dilma Rousseff en mayo pasado. Luego de ello, Michel Temer, entonces vicepresidente, asumió el cargo de manera interina.
¿Qué pasará con Rousseff?
El periodo en el que Dilma estaría al frente del cargo público más importante de Brasil termina en enero de 2019. El informe elaborado por el Senado será analizado por los legisladores y se votará por la permanencia o destitución definitiva de la mandataria.
Rousseff sería destituida si así lo decide una mayoría calificada de dos tercios de los senadores, equivalente a 54 votos. Si así fuera, Michel Temer completaría el mandato de Rousseff. En el caso contrario, es decir, si Rousseff fuera absuelta recuperaría el poder una vez que sea publicada la sentencia.
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