La aspirante presidencial Hillary Clinton prometió que de ganar la presidencia usaría su poder ejecutivo, si el Congreso no actúa, para cerrar las lagunas en torno a las regulaciones sobre la venta de armas de fuego en Estados Unidos.
En actos públicos organizados en el estado de Nueva Hampshire, Clinton propuso hacer universales las revisiones de antecedentes para todos los compradores de armas, así como permitir a víctimas y sus familias demandar a fabricantes de armamento y a sus distribuidores.
"¿Cuántas personas tienen que morir antes de que de hecho actuemos, antes de que nos unamos como nación?", preguntó la ex secretaria de Estado.
El anuncio de Clinton sucede días después de que un nuevo tiroteo en Estados Unidos, llevado a cabo por un joven de 26 años con 13 armas en su poder, causara la muerte de ocho estudiantes y un profesor de la Universidad de Umqua, en el estado de Oregon.
En referencia a esta última masacre, Clinton afirmó: "esto no es sólo trágico. Necesitamos no sólo rezar por la gente, necesitamos actuar y necesitamos construir un movimiento".