Los últimos testigos de la defensa de Dilma Rousseff comparecieron este sábado en el Senado de Brasil, antesala del alegato que dará la propia presidenta en el juicio político que se encamina a destituirla definitivamente.
Rousseff está separada del poder y acusada de adulterar las cuentas públicas para asegurar su reelección en 2014, práctica vedada por la Constitución que según sus detractores siguió tras asumir el poder.
En el tercer día del "impeachment", dio su testimonio una figura de su gobierno: el exministro de Hacienda Nelson Barbosa.
"No hay como hablar de ilegalidades", dijo Barbosa, tras detallar que la edición de unos decretos que le endilgan a Rousseff haber aprobado a espaldas del Congreso respetaron la Constitución.