Aviones de guerra estadounidenses atacaron múltiples objetivos en Libia alcanzando lo que parecía ser un campo de entrenamiento del Estado Islámico y a un destacado líder extremista. El saldo es de cerca de 40 personas fallecidas.
Peter Cook, vocero del Pentágono, indicó que el blanco de los ataques fue un campamento de entrenamiento de ISIS y añadió que el ataque cerca de Sabratha, Libia, no lejos de la frontera tunecina, probablemente mató al agente del grupo Noureddine Chouchane.
De acuerdo con la inteligencia estadounidense, el líder extremista habría estado planeando atentados contra Occidente.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió la semana pasada a su equipo de seguridad nacional que impulse operaciones antiterroristas en Libia al tiempo que se buscan opciones diplomáticas para solventar su crisis política y formar un gobierno de unidad nacional.