Un accidente terrible fue el que protagonizó el piloto de Renault, Kevin Magnussen, en las primeras vueltas del Gran Premio de Bélgica, luego de que su monoplaza se fuera contra las vallas de seguridad, cuando su auto circulaba a 320 kilómetros por hora.
El vehículo quedó destrozado, pero el danés salió caminando y sin heridas de gravedad, ¡qué susto!