La pelea entre los pilotos de Nascar se produjo después de que el vehículo conducido por Spencer Gallagher tuviera un contacto con el de John Wes Townley a falta de siete vueltas para el final de la competencia.
Tras el percance Townley se acercó a Gallagher para reclamarle lo sucedido y fue ahí cuando comenzaron los golpes, siendo Townley el que en todo momento buscó lastimar a su rival, mientras que Gallagher solo se limitó a detenerlo y a protegerse de los golpes.
A pesar de que en la zona de la pelea había varias personas, nadie hizo nada por detener el conflicto, siendo hasta la llegada de los comisarios que se logró detener a los pilotos, quienes fueron trasladados en diferentes ambulancias a un hospital para ser revisados por las lesiones que pudieron sufrir tras el accidente automovilístico.